MXCity | Guía de la Ciudad de México

3 maneras de disfrutar la ciudad de México sin dinero

sin dinero

El sueño de vivir sin dinero puede tomar muchas formas. Para alimentarte de cocos recolectados por ti mismo y vivir en una choza hecha de palmeras estás un poco lejos, pero vale la pena explorar las opciones que la ciudad te ofrece.

 

1. Alternativas de economía solidaria

Existen tianguis de trueque en diferentes puntos de la ciudad, como la Red Tláloc, la Comunidad Multitrueque de Mixiuhca y el Mercado de Trueque Itinerante en Mi Verde Morada. Existen además grupos de trueque en línea, como Intercambiemos, si no, Regalemos. Lo mejor es, desde mi punto de vista, explorar diferentes opciones y combinar las fortalezas de cada una. Los grupos de multitrueque pueden inspirarte a desarrollar alguna habilidad y producir en vez de comprar, mientras que los grupos en línea son mejores para ofrecer artículos pesados que ya no utilizas pero aún sirven. Existe incluso un Mercado de Trueque en donde puedes cambiar residuos de vidrio, papel y otros reciclables por alimentos cultivados localmente.

Imagen: comidanobombasmx.wordpress.com

El Semillero Romita es un grupo de multitrueque que se reúne los últimos domingos de cada mes en la Plaza Romita. El grupo es relativamente pequeño, pero la calidad de los bienes y servicios que se intercambian es realmente buena, y la mayoría son producidos por quien los ofrece. Puedes encontrar aquí desde hummus de lombriz hasta acelgas orgánicas y jabones artesanales, además de una "mesa de regalos" y un minitaller diferente cada mes. El ambiente del mercado es amigable e incluyente, lo cual tiene mucho sentido: el objetivo aquí no es acumular riqueza sino compartirla en una comunidad cercana.

Gracias a estas opciones puedes comenzar a prescindir de las corporaciones que te venden alimentos contaminados con todo tipo de agroquímicos y con la explotación de quienes los producen. Pero para ir un paso más allá, puedes unirte a grupos como Comida, no Bombas y aprender a preparar deliciosas recetas veganas para compartir con otros, mientras reflexionas sobre la distribución y el desperdicio de alimentos en la ciudad.

 

2. Espacios culturales y educativos

Una de las ventajas de vivir en una ciudad tan grande como esta es que la oferta cultural es bastante rica y que es casi seguro que, no importa lo que quieras aprender, hay alguien aquí que comparte tu interés. La Casa Naranja, el Rancho Electrónico y La Colmena son algunos de los lugares en donde puedes coordinar o participar en un taller libre y aprender desde joyería con chaquira hasta mantenimiento para laptops y técnicas de salud autónoma. El INJUVE también ofrece talleres gratuitos de idiomas, música, danza, oratoria y hasta robótica para jóvenes de entre 14 y 29 años.

Otra opción siempre abierta es la de aprender en línea o de manera independiente. En la Biblioteca Vasconcelos tienes acceso gratuito a computadoras con acceso a internet, a instrumentos musicales, a videos, CDs y tutoriales para aprender idiomas y computación, y por supuesto a una gran cantidad de libros y publicaciones periódicas. El Centro Nacional de las Artes cuenta con una Biblioteca de las Artes en donde se organiza un cine-club gratuito todos los viernes, y es en general una muy buena opción para encontrar eventos culturales abiertos. Si lo único que necesitas es Wi-Fi, puedes ir al parque México, el parque de los Venados o la Alameda Central, y desde ahí conectarte a Coursera o Edx para tomar clases de universidades reconocidas de varios países.

 

3. Opciones de transporte y vivienda

La opción obvia de transporte gratuito es la bicicleta. Si no has encontrado una bici en los grupos de trueque, puedes acercarte a grupos como Bicitekas o Bicis Piratas para aprender algo de mecánica o hasta armar tu propia bici alta.

Si estás de paso en la ciudad, CouchSurfing es una genial alternativa para encontrar quien te hospede por unos días. La idea de esta red es crear conexiones entre personas interesados en compartir experiencias y probar una forma diferente de viajar. Si tienes algo más de tiempo, otra opción interesante es La Casa de los Amigos, una casa de huéspedes orientada a la justicia social, donde puedes hacer trabajo voluntario a cambio de hospedaje.

Y como sería imposible mencionar aquí todas las cosas que puedes disfrutar sin dinero en el DF, es ahora tu turno de descubrir el resto y completar la guía. Lo mejor de las alternativas mencionadas aquí es que son fácilmente reproducibles; así que si te quedan muy lejos o simplemente quieres hacer crecer esta red, considera organizar una nueva gratifería, biblioteca comunitaria o grupo de lectura. La idea base es que dejar de comprar es una forma de estimular tu creatividad, crear conexiones humanas y contribuir al proyecto de un mundo menos consumista y más social y ecológicamente responsable. ¿Por qué comprar cuando puedes crear, reciclar, intercambiar, cultivar, cocinar, compartir, reimaginar?

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