Seguro has escuchado la palabra sonidero, y te remite a descomunales bocinas y bailes masivos populares. Algo de lo anterior tienen los sonideros, pero plausiblemente son una de las explosiones más auténticas de la toma de la calle como una fiesta; es una subcultura de amor por la música y el baile tropical y, probablemente, también la antesala de los Djs.
Los sonideros nacieron en los sesenta y son como la prefiguración de un Dj, pero del pueblo. En los treinta, gracias en parte al cine, llegó a México la música tropical cubana y algunas de sus aristas como la rumba, el son montuno, el guaguancó, el danzón y el mambo. La radio también causó que muchas colonias populares escucharan todo este tipo de música.
Lo que más causó la proliferación de los sonideros fue que la tecnología se accesibilizó. De pronto, algunas familias podían hacerse de bocinas y amplificadores de sonido y esto, en las tradicionales fiestas del mexicano –como los XV años–, era una ventaja para sonificar las calles sin, por ejemplo, tener que pagarle a un mariachi.
Te contamos lo que sí hace a un sonidero y lo distingue de otros bailes:
– Los verdaderos sonideros se hacen en la calle; nada de salones especializados.
– Los sonideros son los señores (generalmente entre los 50 años) que animan y mezclan la música que se toca.
– Generalmente, la música tocada es tropical y sus variantes.
– El sonidero suele mandar incontables saludos desde el micrófono.
– El sonidero anima la fiesta, y las personas lo quieren porque se identifican con su selección.
– Tienen una raíz popular, sin pretensiones mas que el baile. Su cualidad kitsch es natural; nada de búsquedas.
– Suelen ser masivos, por hacerse en la calle, y sus asistentes son verdaderos bailarines y amantes de su música.
– Los sonideros son un ritual: ahí las personas que viven esta cultura sacan su yo artístico y libre; es un escape a una condición laboral generalmente desafortunada.
Lo que no es un sonidero:
– Cualquier baile popular.
– Un Dj de música popular.
– Un encuentro musical en un espacio cerrado y premeditado.
