En la última década del siglo XX ya se comenzaban a sufrir en México los efectos de una nueva dinámica mundial que sometió al quehacer artístico a una serie de pautas que lo redujeron a ser una mercancía generadora de ganancias, que estranguló los espacio de desarrollo cultural y dejó sin refugio a una nueva generación llena de talento y propuestas no alineadas.
Bajo este clima y albergando la esperanza de encontrar un mundo de posibilidades al otro lado del espejo en el que el talento se sobrepusiera al corporativismo del espectáculo, nace en 1995 el Multiforo Cultural Alicia, un espacio ubicado en el número 91-A de la Av. Cuauhtémoc, cerca de la estación del metro Cuauhtémoc, que ha sido escenario de sonidos nuevos, laboratorio de culturas subterráneas, espacio de resistencia cultural y cuna del rock independiente nacional.
Dentro de su historia destaca el hecho de fungir como semillero de nuevos sonidos: ska, surf, hip-hop, hardcore, rockabilly, son algunos de los géneros musicales que lograron escapar al extrarradio gracias al Alicia; así también, bandas como Lost Acapulco, Austin TV, Cabezas de Cera, Los Estrambóticos y La Tremenda Korte, entre otros, llegaron al foro para luego convertirse en grupos de relevancia para la historia del rock nacional.
Sobre el escenario del Alicia no sólo resuenan los ruidos subterráneos del rock independiente mexicano e internacional, pues el espacio está abierto a otras expresiones culturales: teatreros, performanceros, tatuadores, graffiteros, fotógrafos, literatos y hasta zapatistas han realizado conferencias, presentaciones de libros y revistas, mesas de discusión, exposiciones y demás actividades culturales.
Además de ser un espacio reconocido por la organización de conciertos a precios accesibles, cuyos recursos obtenidos son destinados en su mayoría a las bandas que se presentan en el lugar, el Alicia cuenta con un estudio en el que se han grabado más de 40 discos de bandas que, al igual que el foro, se rehúsan a ser cómplices de la vorágine de la industria musical que homogeniza, plastifica y empaqueta los sonidos.
El Alicia es un foro con una atmósfera oscura en la que los canales auditivos se inundan de autonomía y las canciones nos cuentan historias de resistencias. Un lugar obligado para todos aquellos que gustan de ruidos francos que no renuncian al carácter rebelde del rock.