MXCity | Guía de la Ciudad de México

Xochimilco: la imagen de un paraje lacustre prehispánico

Serge Saint / Flickr / https://www.flickr.com/photos/sergiosf/

En pleno siglo XXI es posible encontrar un paraje lacustre que nos permite imaginar a la perfección las formas en que las culturas prehispánicas del valle de México se mecieron sobre canoas, surcaron por canales y edificaron templos y casas sobre islotes.

Xochimilco es un barrio en el que la majestuosidad del paisaje, la belleza arquitectónica de sus construcciones coloniales, la producción en chinampas de hortalizas y plantas de ornato, así como las costumbres de sus 14 pueblos originarios, han prevalecido a pesar del avance de la urbanización.

La historia de este barrio inició en 1352, cuando una tribu nahuatlaca se estableció al sur del valle de México y fundó sobre el agua una ciudad trazada con base en  chinampas. Xochimilco, vocablo náhuatl que significa "tierra sembrada de flores", fue el nombre que se le dio a este lugar que prontamente fue sometido por el poderío mexica.

Durante la colonia, Xochimilco se convirtió en el principal productor de las hortalizas que alimentaron a la Nueva España, por lo cual se respetó la traza de las chinampas y el sistema de canales. En esos mismos años, los franciscanos construyeron uno de los templos y conventos más importantes de la ciudad dedicado a San Bernardino, inmueble que continúa en pie y se considera una de las joyas arquitectónicas más valiosas del barrio.

Con el tiempo vino la desecación del valle de Anáhuac, pero Xochimilco conservó su paisaje lacustre, mismo que en la actualidad ha adquirido fama mundial debido a la peculiaridad de la flora y fauna que alberga. Los canales de Xochimilco son el único hogar del ajolote, una especie de anfibio que se encuentra en peligro de extinción.

Asimismo, este barrio es reconocido tanto por sus paseos en trajineras, una tradición mexicana única en el mundo que goza de popularidad entre turistas nacionales e internacionales, como por su gran variedad de fiestas, ferias y costumbres vernáculas, que dan muestra clara de la fusión de la cultura prehispánica y las costumbres católicas y mantienen un ambiente de pueblo en el lugar pese a que el barrio ha sido devorado por la ciudad.

De entre las costumbres de los pobladores del barrio destacan la fiesta de “La flor más bella del ejido”, una tradición con raíces prehispánicas que derivó en un famoso concurso con el que se busca enaltecer la belleza mestiza de la mujer campesina que habitaba en la zona, y la celebración del Día de Muertos, en la que se acostumbra, además de colocar altares en los hogares, alumbrar con sirios los panteones y pasar la noche velando las tumbas de los muertos.

Todas estas peculiaridades le valieron a Xochimilco el reconocimiento por parte de la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad, y lo han convertido en uno de los principales destinos turísticos de la ciudad.

Para aquellos interesados en descifrar el paisaje lacustre xochimilca, aquí una lista de los sitios más emblemáticos del barrio:

Los canales de Xochimilco: pasear por los canales sobre una trajinera es una actividad obligada para los turistas que llegan al DF. Son varios los embarcaderos cercanos al centro de Xochimilco; sin embargo, entre los más importantes se encuentran el de Fernando Celada, ubicado sobre Avenida Guadalupe I. Ramírez en el barrio de San Juan y el del Salitre, ubicado en 1a. cda. de Embarcadero, en el barrio de San Cristóbal. Además, una vez que se surca por las aguas, se debe visitar la “Isla de las muñecas” y la chinampa de “La llorona”.

Plaza de San Juan Bautista: en el centro del barrio de San Juan Bautista, se halla una pintoresca plaza famosa por albergar un gigantesco ahuehuete de 35 metros de diámetro y 2 mil años de antigüedad.

La capilla de San Juan: esta construcción del siglo XVII, de estilo neoclásico, fue erguida con base en restos arqueológicos prehispánicos, y en su interior cuenta con dos murales del siglo XIX. Se ubica sobre la calle Ignacio Zaragoza, en el barrio de San Juan Tepepan.

El templo y convento de San Bernardino: estos inmuebles, que comenzaron a construirse en 1535, conforman uno de los mayores atractivos históricos de Xochimilco; son famosos por su arquitectura medieval y dan la impresión, a primera vista, de tratarse de un castillo. En su interior, la decoración muestra la mezcla del arte indígena y la española. Se encuentran ubicados en el número 24 de la Av. Nuevo León, en el barrio de Santa Crucita.

El Museo Dolores Olmedo Patiño: probablemente el museo más famoso de Xochimilco. Se encuentra  ubicado en  Av. México 5843, en lo que fuera la Hacienda “La Noria”. En él se exhibe una colección de obras de Diego Rivera,  Frida Kahlo y Angelina Beloff, además de objetos prehispánicos. Algo peculiar del museo es su hermoso jardín con  pavorreales y perros xoloitzcuintles.

El mercado de Xochimilco: lugar tradicional en el que se pueden mercar desde frutas, plantas, flores y juguetes hasta los mejores platillos típicos de la zona, como tamales de charales, bocadillos de maíz con pescado de lago o quesadillas hechas en comal, entre otros. El mercado se halla en la calle Nuevo León, en el barrio de Santa Crucita.

Exit mobile version