En las ciudades densamente pobladas es lógico y debería ser hasta obligatorio viajar de manera compacta, en vehículos densamente poblados.
Esta visualización compartida por The Atlantic muestra cómo decenas de los típicos autos conducidos por una sola persona ocupan el mismo espacio en material humano que un solo autobús urbano (y podría ser cualquier otro vehículo colectivo). Esto es importante porque esta individualidad de transporte genera grandes cantidades de tráfico y contaminantes. El tráfico hace que las personas pasen más tiempo transportándose, trabajen menos o tengan menos tiempo libre y, finalmente, tengan vidas relativamente miserables. La ciencia muestra que una de las cosas que más infelices nos hacen son los largos viajes del trabajo a la casa.
Algunas personas viven en zonas donde no existe el transporte público y deben de encontrar sus propios medios, pero la mayoría de nosotros podría dejar su auto estacionado más de la mitad de las veces y caminar, usar una bicicleta o tomar el metro para moverse. Esto es especialmente urgente en el DF, una ciudad de constantes y asfixiantes embotellamientos, altos índices de esmog y una neurosis colectiva que podría paliarse con pequeñas decisiones ciudadanas.