Es común que cuando vivimos durante mucho tiempo en un lugar como la ciudad de México, surja una adaptación hedónica que de repente nos limite en apreciar las cosas encantadoras que en algún momento nos maravillaron de ella. Marcel Proust decía lúcidamente “El verdadero viaje del descubrimiento no consiste en buscar nuevos paisajes, sino en verlos con nuevos ojos.”
Es buena idea recordarnos constantemente las razones por las que habitamos ésta ciudad, por un lado nos empodera entender que es nuestra decisión estar aquí y por otro, nos da un aliviante placer reconocer que estamos en el lugar indicado.
Aquí rescatamos una lista de las cosas que a veces podrían pasar desapercibidas de la ciudad de México o que simplemente subestimamos:
Somos los más amigables del mundo. Pregúntale a cualquier foráneo como lo recibieron en nuestra ciudad y corroborará éste dato. Todo aquel que visite nuestra ciudad volverá con historias de invitaciones a comer, de gente que conocieron, de lugares a los que los llevaron. El tráfico y la contaminación pueden ser protagónicos, pero lo compensamos con nuestras buenas vibras y la política de puertas abiertas.
2. El lenguaje
El español hablado en la ciudad no es homogéneo. Cada zona tiene sus propios modismos y entonaciones lo que le da una mayor riqueza de expresión. Sin embargo, es posible hablar de algunas características más o menos comunes a todos los dialectos regionales que conforman aquello que, para acortar, es llamado dialecto mexicano del español. Nos permite tener una mejor fluidez entre nosotros para tener un sólido respaldo lingüístico. Podemos adoptar diferentes tonos melódicos en la voz y encajar perfectamente en diferentes rangos socio-culturales de la ciudad.
Nuestra afortunada ubicación geográfica nos permite presumir de uno de los mejores climas del mundo. Nunca hace demasiado calor, ni demasiado frío. La temporada de lluvias fluye con velocidad como para que nos podamos quejar. El cambio de estaciones es apenas perceptible, pero nunca insoportable. Nuestro guardaropa atestigua que podemos usar las mismas cosas en verano e invierno, sólo apenas sumando una chamarra y una bufanda. Es muy lindo poder ver el sol el 90% del año.
4. Cultura
La ciudad de México es hoy “la ciudad de los museos”, con un estimado de 120 espacios museográficos que nos convierten en la ciudad con más arte a nivel mundial. Esto da cuenta del enorme patrimonio histórico, artístico y cultural que tenemos. Sin dejar de lado los vestigios y sitios arqueológicos como el Templo Mayor, Tlatelolco o Cuicuilco que son accesibles a todo público.
La ciudad de México es un valle, también llamado valle del Anáhuac . Originalmente se trataba de una cuenca endorreica que alberga los lagos Texcoco, Xochimilco y Chalco, alimentados por los escurrimientos y filtraciones provenientes de las montañas aledañas, particularmente de la sierra Nevada, Sierra de las Cruces y sierra de Ajusco-Chichinauhtzin. Estamos rodeados por diversas sierras y montes desde Milpa Alta, Cerro de la Estrella, Desierto de los Leones, Cuajimalpa, Magdalena Contreras, etc. La geografía de la ciudad se halla dominada por los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl, los cuales desde tiempos inmemoriales han sido reverenciados y temidos por todos nosotros.
6. Diversidad
La ciudad de México es culturalmente diversa. Esta diversidad emerge de la presencia histórica de pueblos indígenas originarios, de la población mestiza, de la inmigración de personas de distintos orígenes étnicos, regionales y nacionales, y de grupos de identidad basados en distinciones de género, religión, orientación sexual o de clase. Esto representa diversos escenarios de expresión, submundos dentro de la ciudad por descubrir. Le añade un manto de misterio a la ciudad en la que de alguna forma siempre seremos turistas.
7. Dinamismo
Una de las características más apasionantes de la ciudad de México es la gama de opciones de entretenimiento que tenemos a nuestra disposición. Existe una amplia oferta de restaurantes, bares, clubes nocturnos, conciertos, festivales, parques, actividades culturales, bibliotecas, cursos, exposiciones, galerías, estadios, teatros, espectáculos, deportes, etc. a lo largo de todo el territorio. Esto nos convierte en una de las ciudades más dinámicas que existen, siempre habrá algo que hacer en el DF, ya sea de noche o de día.