Durante más de seis décadas, por lo menos dos millones de mexicanos fueron asiduos lectores de una de las historietas más legendarias de este país: La Familia Burrón.
Curiosamente una mujer, en un país machista, es la protagonista de esta historieta, encarnando la personalidad curiosa del mexicano: contradictoria y chusca, y en ocasiones, es verdad, desdeñable.
Doña Borola renunció a sus pretendientes de la alta sociedad por su chaparrito, del que se enamoró. Desde pequeña fue sumamente traviesa y arriesgada. En su vida matrimonial se viste a la última moda, muy probablemente a partir de negocios turbios hechos por ella misma, y entre su ingenio surrealista ha creado inventos como un helicóptero de madera movido por el motor de su lavadora, o un sputnik fabricado con un tinaco y el motor de su licuadora.
La familia Burrón habita una vecindad en la ciudad de México, de escasos recursos, pero sus características identificaron a una sociedad mexicana en conjunto que, rompiendo con ciertos esquemas culturales, acoplaron la lectura de esta historieta como parte de sus gustos más recurrentes.
Ahora, memorando los cien años del nacimiento de su creador, Gabriel Vargas, ha sido inaugurada una muestra en el metro Salto del Agua con calcomanías y figuras en grandes formatos para que esta historieta, cuyo tiraje terminó en 2009, sea recordada y recuperada por las nuevas generaciones.
La familia Burrón reunió un humor inteligente con una manera ligera y graciosa de ver la vida, muy al estilo mexicano, por supuesto, con los claroscuros que ello implica.
Lugar: Estación Metro Salto del Agua
Horarios: Entre semana 5:00 a 24:00 horas.
Sábados de 6:00 a 24:00 horas.
Domingos y días festivos de 7:00 a 24:00 horas.