Imagen de portada: @arq_tavs
En la médula de las urbes encontramos la invención de laberintos, pasajes caóticos y confusos (algunos más metafóricos) que en ocasiones nos hacen pensar en la desesperación o la casi utópica solución de muchos de los dilemas del ser humano al formar parte de una comunidad.
Un laberinto está presente en casi todas las cuestiones engendradas por la mente: existe un laberinto en el tiempo, uno en las palabras, en la imaginación y literalmente hasta en la naturaleza que concibe nuestra percepción sensorial. Los confines del Distrito Federal, verbigracia, son lugares mágicos y templados que pueden simular infinidad de laberintos si se desea adentrarse a sus turbios saberes. Justo en la zona poniente de la Ciudad de México, en la carretera Picacho del Ajusco podemos avistar uno de los más hermosos que literalmente es una replica de un laberinto.
Un paisaje donde no hay más que árboles, mariposas y el silencio del viento seductor haciendo juego místico con una casa provinciana tipo inglesa que alberga a este pasaje mitológico en dos hectáreas de su bello jardín. Y aunque pareciera un lugar turístico de dueños foráneos, el lugar es en sí propiedad mexicana en su totalidad. Su administrador, Erick Cadena, nos cuenta que la idea de este simbólico lugar apareció luego de que el historiador de Arte, Ignacio Figueroa, regresara de un viaje por los confines ingleses (de ahí que la casa nos hace creer que estamos del otro lado del globo).
El laberinto está inspirado en el jardín del Castillo de Hever de la Gran Bretaña, excepto que el nuestro se diseñó aún más grande. No menos de 20 minutos te toma salir y entrar de entre sus muros de arbustos, y como es ya una zona turística y rentable en la que varias veces se han realizado raves y conciertos de música electrónica, el lugar es 100% accesible para acampar, comer o disfrutar de un picnic con una botella de vino. Los precios son igualmente cómodos, aproximadamente lo justo para darle mantenimiento al lugar.
También se puede entrar a visitar la casa o alquilar sus diferentes habitaciones adornadas y amuebladas tal cual una residencia provinciana europea; una cabaña en un campo mágico que ofrece todas las comodidades para poder avistar este enigmático paisaje desde todos sus rincones.
Información:
Facebook de La casa del Laberinto Ajusco
Dirección: Km. 14.5 Carretera Picacho-Ajusco
Santo Tomas Ajusco, 14390 México, D.F.
Teléfono: 4986-5726
Entrada costo por persona: $50 pesos
Camping: 15 horas $100
Alquiler de Habitación: $500