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La musa y admiradora de la Ciudad de México: conoce a Tina Modotti

Tina Modotti

¿Qué es lo que hace a una mujer un exquisito ser que inspira? ¿Qué cualidad inexplicable guardan las musas en su esencia? No es una respuesta sencilla, pero en lo personal, creo que se trata de personas que sueñan? Una musa, una diva, está aquí y no está; toma con ligereza la vida, pero no con vulgaridad, con elegancia. Quizá una liviandad asociada a la seriedad de un ser inteligente y maduro.

La Ciudad de México ha germinado muchas musas que inspiraron a mentes y talentos privilegiados, como a los pintores muralistas, fotógrafos, iconos del surrealismo globales como André Breton, o grandes de la filosofía y  política como León Trotski.

Las más conocidas son personajes como Frida Kahlo o María Félix, pero también existieron otras que no figuran en el main stream, como Rosa Rolanda (modelo del artista visual Man Ray). Pero una musa de la ciudad es notable porque ha conquistado no solo por su personalidad, también por su sensibilidad social que la llevó a simpatizar con partidarios de ideas socialistas como Rivera, José Clemente Orozco o Máximo Pacheco: Tina Modotti.

Ella se enamoró de la Ciudad de México cuando viajó a esta con su esposo, el poeta Roubaix de L’Abrie Richey. Luego regresó a vivir ahí con su romance idílico por años, el prestigiado fotógrafo Edward Weston.

De él aprendió fotografía, y por su sencillez, generaba una conexión con las personas que le permitía que aparecieran en sus imágenes de una manera auténtica y casual.

Modotti produjo un interesante acervo de fotos en su vida en el país y la ciudad; en ellas aparece, sobre todo, la atmósfera del México post revolucionario: las personas llenas de vida, con expectativas y sueños respecto a la nueva justicia social que arroparía este país; pero también víctimas de sus condiciones.

Recorriendo las escenas de la vida de las personas, esta mujer de origen italiano, fue haciéndose de una sensibilidad por las causas sociales de México y se convirtió en una activista, tanto, que fue obligada a salir del país en 1929. Finalmente diez años después regresó a la ciudad por su admiración a su singular esencia.

Te presentamos algunas de las fotografías de esta chica, quien despertaba la curiosidad de las personas por su carácter distraído e inocente (acaso siempre soñando) pero también la admiración por su sensibilidad, carácter y seriedad con las causas sociales: un mix irrevocablemente irresistible, una mujer soñadora y crítica.

*También en MXCity: Mujeres legendarias y hermosas nacidas en el D.F.

witter de la autor: @anapauladelatd

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