El Museo Universitario del Chopo es sin lugar a duda un edificio con muchísima historia que forma y ha formado parte del legado cultural de ésta gran ciudad. Es interesante ir a visitar y sentir el espacio, pero es más interesante entender lo que tuvo que pasar para que este espacio tan peculiar existiera.
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El edificio es un traslape de dos épocas muy distintas conectadas por el transcurso natural del tiempo, un edificio contemporáneo adentro de una nave industrial al servicio de la cultura. La
intervención contemporánea fue diseñada por el arquitecto mexicano Enrique Norten quien respeta el edificio original contrastando la utilización de los mismos materiales pero con tecnología actual. El resultado son dos edificios condicionando un mismo espacio.
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En 1902 se hizo una exposición local de arte e industria textil en Düsseldorf, Alemania donde el arquitecto Bruno Möhring diseño una estructura modular con estilo Jugenstil equivalente art noveau alemán. Este estilo se basa en la relación de lo pesado de las estructuras de hierro con los ornamentos ligeros tomando la belleza como estímulo intelectual entre el pensamiento creativo y la vida cotidiana. Durante la exposición, un empresario mexicano llamado Jose Landero y Coss compró tres de las cuatro salas de exhibición para traerla a la Ciudad de México para hacer una empresa dedicada a realizar exposiciones industriales y de arte.
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La nave industrial se desarmó y se trajo a la capital, se armó de 1901 a 1905 bajo el mando del ingeniero Luis Bacmeister en la primera colonia moderna mexicana, Santa María La Ribera. A un par de cuadras, en esa misma colonia está otra construcción también enviada de una exposición del extranjero: el Kiosko Morisco, diseñado para la exposición universal de 1884 / 1885 de San Luis Missouri.
Al principio la nave industrial era conocida como palacio de cristal porque tenía un gran parecido al edificio que se hizo para la exposición universal de Londres en 1851, pero cuando la compañía de exposiciones permanentes quebró y paso a manos del gobierno, se realizó una exposición industrial de Japón, y a partir de ahí el recito empezó a ser llamado el pabellón japonés.
A partir de 1913 y los 51 años siguientes, fue el museo de Historia Natural y en 1964 cerró sus puertas. Hubo varias opciones para el futuro del edificio, una opción era demolerlo y vender los materiales como chatarra pero gracias al a Ley de Monumentos Artísticos e Históricos, el INAH catalogó el inmueble.
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En 1973 se restauró el edificio y empezó a funcionar como centro cultural para apoyar los movimientos artísticos experimentales juveniles. En los ochentas se convirtió en sede para que los grupos alternativos de ese entonces como el tri, botellita de jerez y Caifanes tocaran. También surgió la idea de hacer un tianguis de rock y evolucionó a lo que hoy en día conocemos como el tianguis del chopo, al principio estaba en la calle del chopo (actualmente es la calle de Enrique González Martinez), después se desalojó el tianguis que ahora esta en la calle de Aldama pero conservó el nombre.
Vale la pena la visita tanto por la arquitectura del lugar como por las excelentes exposiciones que alberga como las actuales RIO (Gustavo Artigas), Las Experiencias Engañan (varios) y los Murmullos de la Tierra (SANGREE).
Dirección: Calle Dr. Enrique González Martínez No. 10, Cuauhtémoc, Sta María la Ribera
HABITUAL TALLER DE ARQUITECTURA
ARTICULO POR: SANTIAGO JIMENEZ LABORA PRIETO