A pesar de ser poco publicitados, cada vez son más los slams de poesía que se llevan a cabo en el subterráneo de la Ciudad de México. Palabras, cuerpo, ritmo, escenario y público; estos son los elementos que se conjugan en uno de ellos. Los slams de poesía son competencias lírico-poéticas, donde los participantes deben ingeniar un poema de creación propia (generalmente al momento), y en un máximo de 3 minutos desarrollarlo. Se constituyen por un jurado elegido al azar y una audiencia.
Tal vez los slams de poesía tengan su origen en The Last Poets, los primeros poetas en armonizar su spoken word con sonidos africanos y jazz primario interpretándolo de manera pública (también son conocidos por sembrar los orígenes del rap). Sin embargo, a diferencia de estos -y de las batallas de gallos propias del rap-, el formato del slam es el de un recital de poesía urbano y existen algunas complementos para llevarlos a cabo: un texto original (leído, de memoria o improvisado), voz (aparato fonador y sus posibilidades), cuerpo, escenario e interacción con el público.
Es válido enfocarse en dos o tres de estos elementos, aunque lo ideal es que el participante sea consciente de los cinco. También existen algunas restricciones, como lo es el uso de disfraces, instrumentos musicales u otros objetos ajenos al cuerpo.
Los slams tuvieron sus primeras apariciones como tal 1980, como una reta de “box poético” en la que se demandaba poesía en vez de golpes, y se demostraban las habilidades en la interpretación que el poeta daba a la palabra escrita.
Desde 2005 a la fecha, son múltiples los recintos que en CDMX le han dado cabida a esta actividad: Casa del Lago Juan José Arreola, Laboratorio Arte Alameda, Centro Cultural de España, Centro de Cultura Digital, Alianza Francesa Polanco, Fonoteca Nacional y Metro La Raza son sólo algunas de las sedes que han abierto sus puertas a este formato de encuentro poético en donde, como se ha venido demostrando con los años, lo importante no es ganar sino, más bien, compartir versos y sus posibilidades escénicas.
Los slams de poesía se deslindan del enclaustramiento de la literatura académica y, en general, del formato escrito, para dar preeminencia a lo oral, a la oralidad y sus aspectos particulares; sus difusores y entusiastas son aquellos que saben que la literatura está viva y resuena por toda la ciudad en innumerables formas, llámese chorema, spoken word, poesía performática, trova experimental, hip hop, son jarocho.
Asistir es una oportunidad para escuchar una voz (literalmente) distinta a lo que asociamos generalmente con literatura. La fiesta y la participación del público son elementos privilegiados frente a lo que es una página impresa.
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