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La historia de las trajineras de Xochimilco

Xochimilco en náhuatl significa "lugar de la sementera florida" y era el hogar de la cultura xochimilca que se asentó aquí aproximadamente en 1350. Este lugar se caracteriza por una serie de canales de agua que datan de la época prehispánica, cuando el valle de México se distinguía por la existencia de lagos y lagunas casi en su totalidad.

Por las características lacustres de la zona se desarrolló una agricultura basada en chinampas, que es un método de expansión territorial que a través de una especie de balsas cubiertas con tierra se le gana terreno al agua. Fue una forma sumamente productiva de cultivo ya que podían obtenerse hasta tres cosechas al año gracias a la riqueza de minerales en el suelo, la abundancia de agua y el buen clima de la región.

Durante la conquista los españoles conservaron el sistema de acueductos y esto permitió que la zona perdurara como un importante centro de comercio y producción agrícola.

Fue en el porfiriato cuando los paseos a Xochimilco se hicieron comunes entre los catrines (concepto establecido durante esta época para hacer referencia a los hombres que siempre iban vestidos de manera muy elegante). La mayor demanda en el servicio desencadenó que se implementaran mejoras en las embarcaciones. Se les adaptó un techo para proteger del sol a las personas y se pusieron unas sillas de madera tejidas de tule para disfrutar del bello paisaje más cómodamente durante el recorrido. Las trajineras eran adornadas con arcos de flores y con ramas de ahuejote amarradas con tule.

El sitio era llamado "lugar de los jardines flotantes" porque sus chinampas estaban llenas de flores, lo que lo hacía un lugar muy llamativo y hermoso para pasear. Se agregaron nombres a las embarcaciones a petición de los catrines para festejar a alguien o simplemente cortejar a una dama.

Entre 1910-1920 Xochimilco comenzó a explotar en mayor medida su potencial turístico con la construcción de sus embarcaderos y la reforestación del bosque de Nativitas. Para 1970 este barrio quedó integrado totalmente a la mancha urbana de la ciudad con la prolongación de la avenida División del Norte y la creación del anillo Periférico.

El 11 de diciembre de 1987 fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.

Esta Semana Santa puedes disfrutar de un paseo en trajinera desde uno de sus nueve embarcaderos. Dos de los más populares son el de Nativitas y el de Cuemanco, que como dato cultural es interesante saber que en este lugar se encuentra la Pista Olímpica de Canotaje Virgilio Uribe que fue utilizada en las olimpiadas del 68 y que actualmente la administra el Instituto del deporte del Distrito Federal.

El precio aproximado para rentar una de estas folclóricas embarcaciones es de 350 pesos por hora y caben aproximadamente entre 15 y 20 personas. Si estás por ahí no te olvides de visitar el museo del ajolote, la isla de las muñecas, los invernaderos, las hortalizas de verduras y las chinampas interactivas.

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