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Jan Hendrix en CDMX: 5 proyectos imperdibles del artista holandés

Nacido en Holanda en 1949, Jan Hendrix vive y trabaja en México desde 1978.

 

Su obra parte sin lugar a dudas de la naturaleza. A lo largo de los años se ha dedicado arduamente a fotografiar y dibujar distintos paisajes del mundo. Ha retratado y dibujado del mismo modo árboles, flores y plantas de todos esos lugares. De ese gigantesco archivo escoge, recorta, modifica fragmentos para elaborar serigrafías de todo tipo de formatos, planea instalaciones, esculturas, intervenciones arquitectónicas, además de utilizar cualquier tipo de soporte para plasmar las reconocidas formas de su original expresión.

 

 

La Ciudad de México se ha beneficiado de la presencia y el trabajo de Hendrix, quien por su parte ha gozado de la amplitud de la cultura mexicana. Esto podemos corroborarlo visitando el patio central de la Biblioteca de México. En otro tiempo, durante la Colonia en el siglo XVIII, ese edificio se levantó como la Real Fábrica de Tabacos de la Nueva España.

Hendrix sensible a esto tomo la hoja del tabaco como una de las formas principales de la intervención que ahí realizó. Cubrió el espacio del patio central con veinticinco láminas de aluminio y descolgó en el centro, desde el techo a cinco metros de altura una escultura que disecciona una hoja gigante de tabaco. Esta pieza titulada Hoja Proa, Brújula / Hoja de Tabaco (2012) hace de la Biblioteca, que alberga ahora también las bibliotecas personales de escritores como Martín Luis Guzmán y Carlos Monsiváis, uno de los paseos más interesantes de nuestra ciudad.

 

 

Jan Hendrix colaboró también junto con el arquitecto Enrique Norten diseñando Tablaeu (2015). La intervención se localiza dentro del plantel de la universidad Centro de diseño, cine y televisión, CENTRO, ubicado en la avenida Constituyentes. Ahí una escalinata imponente de granito negro y mármol de 800 metros cuadrados, se vuelve el emblema del conjunto arquitectónico. Los dibujos son formas de hojas tomadas de una enciclopedia francesa del siglo XVIII y que siguió la clasificación del botánico sueco Carl Linneo.

La escalinata es al mismo tiempo una explanada, un lugar de reunión. Hendrix cuenta que eligió las formas de esas hojas como una metáfora de maduración, pues para el primer plantel de CENTRO en la calle de Sierra Mojada, intervino la fachada con formas de semillas.

 

 

 

No menos interesante es el plafón de la librería Rosario Castellanos del Fondo de Cultura Económica en la colonia Condesa. Como se sabe, el viejo cine Lido, posteriormente Bella Época, fue restaurado y convertido en librería por el arquitecto Teodoro González de León, vecino de la zona, en el año 2006. Desde entonces es posible admirar el atrayente plafón de cristal que Hendrix diseñó específicamente para ese lugar. El diseño que partió de una hoja de bambú que remite a una escritura primitiva e ilegible, una caligrafía desconocida, filtra el paso de la luz creando una atmósfera que invita a lectura y al convivio.

 

 

Otra pieza que no puede dejar de visitarse es Lamento (2010), un deslumbrante cubo suspendido en el centro del Museo de la Memoria y Tolerancia que recuerda a los más de cuatro millones de niños asesinados en los genocidios del siglo XX. El cubo es transitable y las paredes están recubiertas de miles de hojas de olivo hechas de corian. Por dentro pegados a los muros hay cables de acero donde cuelgan veinte mil piedras de cristal que bien podrían ser lágrimas.

 

 

 Proyectado por el arquitecto Felipe Leal y aún en proceso de construcción, el Parque Lineal Ferrocarril de Cuernavaca comienza a formar parte del paisaje de la zona de Polanco. El espacio cuenta con un trazo que permite a los peatones moverse con libertad entre áreas infantiles, de recreación y comerciales. Hay también una ciclopista y se colocó también Lanzarote (2015) de Jan Hendrix.

 

 

La escultura de metal, pintada de blanco y con forma de espiral invita al peatón a recorrerla. Al estar adentro del cilindro el cielo se concentra en un círculo y es posible ver y sentir la ciudad al mismo tiempo que nos aislamos para descansar y mirar a través de las ensortijadas formas de las ramas con que están hecha las paredes de la escultura. Al igual que el símbolo del Ying y el Yang, Hendrix nos permite estar adentro y afuera, ser el blanco dentro del negro y viceversa, en una armonía perfecta.      

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