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“Las morras enfrentan a sus acosadores”, un polémico video sobre el acoso callejero

#MiPrimerAcoso, un movimiento digital en el que las mujeres narraron cómo y cuándo fue su primer acoso en la vía pública. Se trató de una manifestación que acompañó la marcha de #VivasNosQueremos, la primera manifestación feminista que buscaba conscientizar acerca del derecho a la vida, libertad y seguridad de la persona, a la autonomía e integridad del cuerpo, a una vida libre de tortura, trato o pena crueles, inhumanas o degradantes, a una vida libre de todas las formas de violencia y de coerción.  

Gracias a este movimiento digital, se realizó un estudio en el que se analizaron los tweets con el hashtag, distribuyendo las edades en que una mujer fue acosada por primera vez. Los datos fueron insólitos: 

 

Ahora cuatro jóvenes, autoproclamadas Las morras, invitan al público cibernético a tomar consciencia del acoso que viven las mujeres a la hora de salir a la calle. Vestidas de negro, con un top y una falda, dos de ellas salieron a recorrer colonias de la ciudad de México.

El resultado fue un video que ha ganado más de 260 mil visitas en Youtube, y en el cual no sólo reciben comentarios lascivos acerca de su físico, también las llegaron a seguir e inclusive a masturbarse enfrente de ellas. ¿Estas son las calles en que cualquier mujer y niña, desde los diez años de edad, se enfrenta a la hora de ir a la escuela, trabajo o sólo verse con amigos? 

El polémico video muestra cómo las dos jóvenes enfrentan a sus acosadores, reclamando la validez de sus derechos de vida, libertad y seguridad. Sin embargo, el público cibernético reaccionó a este video con numerosos insultos y amenazas de muerte: "Nuestros teléfonos están todo el día sonando con notificaciones de acoso, amenazas, y nos mandan fotos de mujeres descuartizadas. [?] Al principio nos acosaban con comentarios sobre nuestra apariencia y luego siguieron las amenazas de muerte".

 

Inclusive, hay quienes critican a Las morras por su manera de vestirse, como si merecieran ese trato por usar ropa provocativa. Sin embargo, ¿realmente tendríamos que culpar a las víctimas de un acoso por cómo se visten o cambiar el paradigma en que es al acosador que se le debe enseñar no acosar? 

 

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