Uno de los más graves problemas que enfrentan las sociedades humanas en la actualidad es la producción excesiva y descontrolada de desperdicios de toda clase, aunado a una evidente incapacidad, de la gente y los gobiernos, para plantear alternativas que permitan producir menos basura y crear conciencia en las sociedades al respecto de esta grave problemática.
El desperdicio de luz, papel y agua, por nombrar sólo algunas, y la producción de enormes cantidades de basura que no es reciclada es aún peor en las grandes ciudades como la nuestra. En la Ciudad de México se producen al día más de 12, 500 toneladas de basura, y se desperdician miles de litros de agua. Esto es responsabilidad de los que habitamos la urbe: absolutamente todos estamos ensuciando el planeta y dañando a todos los seres que lo habitan. Resolver una situación tan compleja sólo puede lograrse si todos tomamos responsabilidad al respecto.
¿Cómo hacer algo para mejorar esta situación? ¿Es posible que una sola persona genere un cambio? Sí es posible, y por esa razón queremos compartir contigo de acciones sencillas y cotidianas que puedes llevar a cabo y enseñar a tus hijos, familia y amigos.
*Utiliza bolsas de tela para transportar tus compras del supermercado. Evita utilizar bolsas de plástico para frutas y verduras, o cualquier contenedor plástico que sea prescindible.
Cuando utilices productos como pañuelos desechables, servilletas, toallas de cocina y papel higiénico recuerda que los procesos para fabricarlos implican la tala de árboles, y procesos químicos que contaminan el agua y el medio ambiente. Si puedes utilizar servilletas y toallas de tela, hazlo.
Uno de los productos más consumidos y que más cantidad de basura producen son las botellas de plástico. Es mejor tener un termo o contenedor para tus bebidas, y llevarlo contigo.
Cuando estés bañándote, lavándote las manos, lavando los platos o utilizando el agua, recuerda que el mundo entero tiene fuertes problemas de escasez de agua. Usa sólo la cantidad de agua que necesitas, cierra el grifo cuando estés enjabonándote, e intenta realizar tu limpieza personal de manera rápida.
Evita utilizar productos de plástico innecesarios como popotes, platos, cubiertos y vasos desechables. Sobre todo, no utilices productos de unicel, se trata de uno de los plásticos más contaminantes y que más tiempo tardan en degradarse.
Los productos contaminantes de higiene personal como pañales, tampones y toallas sanitarias pueden ser sustituidos por copas menstruales y pañales de tela.
Asegúrate de depositar las baterías usadas en contenedores especiales. Infórmate, esta clase de contenedores están en muchos lugares de la ciudad.
Apaga la luz cuando no la estés utilizando y trata de aprovechar la luz natural lo más que puedas; procura desconectar aparatos que no estén en uso, pues el simple hecho de que estén conectados a la corriente genera un desperdicio de energía.
Existen muchos centros de reciclaje de papel en la ciudad, asegúrate de llevar el papel a estos centros. Intenta imprimir documentos lo menos que puedas, hoy en día puedes solicitar recibos electrónicos de casi todos los servicios.
No tires basura en la calle, esto incluye chicles y colillas. Recoge las heces de tu perro.
Separa la basura y utiliza los desechos orgánicos como composta en tu jardín, patio o macetas.
No desperdicies tu comida, para haber llegado hasta tu plato, recorrió un largo camino.
En la medida de los posible, desplázate en bicicleta o caminando; comparte tu carro y programa rondas con tus compañeros de escuela o de trabajo para menos. Recuerda, en un solo coche caben cinco personas.
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Comparte esta información con toda la gente que puedas; si todas las personas del mundo ejecutaran estas acciones, el cambio sería infinito.
