El museo infantil más importante de la ciudad, abrió las puertas de sus renovadas instalaciones.
El mes pasado, el museo de carácter infantil con más relevancia de todo el país, se enfrentó a la remodelación más importante tras más de 20 años de existencia. Se trata del Papalote Museo del Niño, un recinto cultural e interactivo que tiene como objetivo fomentar el pensamiento crítico mediante actividades lúdicas que impulsan al cuestionamiento.
Con tantos años de existir, el museo llegó a la conclusión de que era hora de sumarse al movimiento que tanto auge ha tenido en las estructuras arquitectónicas del país: los edificios sustentables.
Luego de más de un año de remodelaciones, el Papalote Museo del Niño se encuentra orgulloso de abrir las puertas de un nuevo edificio, más verde y sustentable que nunca.
Con el objetivo de constituirse como un espacio que se caracterice por el ahorro de agua y energía, el Papalote se enfrentó a varios cambios durante los pasados meses.
Han eliminado su aire acondicionado, el cual contaba con más de 20 años de antigüedad. Se han encargado de plantar más áreas verdes para que funjan como los pulmones del museo. Por otro lado, para reducir el consumo de agua, se instalaron plantas recicladoras de lluvia.
Aprovechando los cambios estructurales, el museo pensó que sería una buena idea agregar más salas y nuevos contenidos a las ya existentes.
Lo que el Papalote pretende, es que los visitantes (desde niños hasta adultos) conozcan la evolución del cuerpo humano, la relación que las personas tienen con la naturaleza, y la formación de una sociedad inmersa a la época tecnológica. También se ha construido una maqueta de la Ciudad de México elaborada con legos.
Algunas de las nuevas salas que estrenó el museo, son estas:
México Vivo: donde los asistentes descubren las distintas especies que viven en el país.
Hogar: donde los niños pueden aprender sobre la moda y la evolución de ésta a través de las décadas.
Ciudad: donde conocen sobre la arquitectura y la historia de la capital mexicana.
Imágenes: Museo Papalote del Niño.