Una posible solución al caos vial de nuestra ciudad: los semáforos inteligentes.
La Ciudad de México cuenta con 10,200 kilómetros de red vial y sus habitantes sufren el tráfico y mal funcionamiento de estas vías de forma cotidiana. Hay que decirlo, los habitantes de la capital están acostumbrados al tráfico. El gobierno de la CDMX anunció recientemente un nuevo programa que implicará la instalación de semáforos inteligentes en las vialidades principales y más problemáticas de la metrópolis, una esperanza para mejorar la calidad de vida de quienes la transitan.
En breve, los capitalinos podrán ver, y disfrutar las bondades, de los semáforos inteligentes en la ciudad. El proceso de reemplazo será paulatino, y comenzará en las principales vialidades de la enorme megalópolis. De acuerdo a lo dicho por la Secretaría de Seguridad Pública, los semáforos inteligentes serán de gran ayuda para reducir el intenso tráfico que a diario viven los habitantes de la capital.
Estos semáforos funcionan enviando datos sobre la intensidad del tráfico a un centro de monitoreo a través de video censores instalados en la parte superior de los postes; a partir de esta información, expertos en dicho centro de monitoreo podrán manipular el tiempo y duración de las luces, cambiando los tiempos de cada semáforo, para que esto agilice los embotellamientos en los lugares problemáticos.
Se anunció que, en la primera etapa de este programa, se instalarán 1,345 de estos aparatos (de 3,200 que hay en la ciudad) en cruces de la delegación Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo, Venustiano Carranza y Benito Juárez. Esto implicará el reemplazo de 10 mil cabezas de semáforos, y una inversión de 200 millones de pesos del erario público
Actualmente, ya se han instalado algunos semáforos inteligentes en cruces de avenidas problemáticas, por ejemplo, las intersecciones de la Avenida Patriotismo con Benjamín Franklin, Tamaulipas y Progreso. El programa podría comenzar a funcionar de manera completa en diciembre de este año.
De ser efectivos, los semáforos inteligentes podrían suponer el principio de una solución permanente al tráfico que cada día viven los millones de capitalinos al transitar por la ciudad. Además, podrían constituir un gran ejemplo de cómo la tecnología puede ser utilizada para mejorar de manera definitiva nuestra vida diaria.