Historias documentales que abren ventanas hacia realidades distintas.
El Festival Internacional de Cine Documental de la Ciudad de México, se transforma en DOCS MX. La edición número 11 del festival hace que se consolide como una de las ventanas más grandes del cine documental del país. Es un llamado a pensar el cine documental; un festival que intenta integrar las miradas más relevantes del cine de no ficción.
El festival se llevó a cabo del 13 al 22 de octubre, contando con 23 sedes, 18 categorías y más de 100 películas en programación. Su selección oficial competitiva está distribuida en 12 secciones: Around the Cities, Breaking Docs, Cinepoème, Doctubre Mx, Docuthriller, Fragmentos, Hecho en México, Más rápido, más alto, más fuerte, México ópera prima, Nuestra América, Otro mundo es posible y Retratos.
El festival también cuenta con DOSCFORUM que a través de pláticas, paneles, clases magistrales y talleres que se llevan acabo durante el festival, tiene el propósito de revelar los nuevos cursos que el cine documental ha venido tomando, así cómo de explicar y proponer nuevas alternativas y sistemas de producción.
En el cine documental el director intenta condensar todas sus experiencias y materializarlas en una película. Pero la pregunta clave siempre será, ¿dónde empieza la ficción y acaba el documental?
La personalidad del director define la pauta de su relación con el mundo y limita sus nexos con él, y la elección de esos nexos hace que el mundo se vuelva absolutamente subjetivo. Entonces el cine documental podría ser una especie de ilusión de realidad, a través de imágenes y sonidos que provienen de estímulos otorgados por una realidad existente, pero definitivamente manipulada por la subjetividad del director.
Tarkovski en esculpir el tiempo, formula que cada arte tiene su propio sentido poético y el cine no es la excepción. Tiene su propio papel que cumplir, su propio destino. El cine surgió para expresar un área específica de la vida, cuyo sentido, hasta entonces no había encontrado expresión en ninguna de las formas artísticas existentes.
Entre los documentales exhibidos encontramos los focos del festival y las tres películas mexicanas galardonadas, que desde maneras y narrativas distintas, surgen en respuesta a una necesidad vital y su función es plantearse aquellas preguntas que son de absoluta relevancia para la época y para los directores.
La tempestad de Tatiana Hueso: ganadora Mejor Documental, Hecho en México.
La Tempestad documenta la llegada de una mujer a una cárcel dominada por un cártel de narcotraficantes, mientras que el otro personaje pierde a su hija. Narrado a través de las imágenes de un viaje tanto físico como emocional. Tempestad conecta dos testimonios para pintar el panorama de un país atrapado en las garras del crimen organizado. Con una poderosa propuesta visual, donde lo poético nace a partir de la observación precisa que confluye en una historia dura y cruda que habita en la sociedad actual.
Personajes que logran plasmar, a través de su relatos, en la mente del espectador imágenes llenas de fuerza.
Tempestad logra entablar un diálogo con el espectador completamente emocional, adentrándonos en atmósferas bellas que parten de sensaciones y construcciones emocionales realmente complejas.
Te prometo nunca regresar de Pepe Gutiérrez: ganador Mejor Ópera Prima.
Una historia y muchas historias que derivan en una película sobre la memoria de una persona que utiliza como recurso estructural la inestabilidad y inexactitud de los procesos mentales del recuerdo. El razonamiento poético es mas cercano a las leyes que gobiernan el pensamiento y por lo mismo a la vida misma.
De ahí surge una puesta en abismo que hace que el filme se desplace constantemente y nunca se clausure u ordene. El argumento potencializa una reflexión acerca del hecho de hacer cine y propone un paralelismo entre los recuerdos, los sueños, la vida y el cine, como en un cuarto de espejos. La película intenta poner sobre la mesa los mecanismos que se ponen en juego en toda construcción cinematográfica o mental.
La Balada del Oppenheimer Park de Juan Manuel Sepúlveda: ganador Mención Honorífica, Hecho en México.
La Balada del Oppenheimer Park es una película sobre el proceso que siguen Harley Prosper, Janet Brown y Bear Raweater (nativos exiliados de reservaciones canadienses) mientras crean una película dentro del perímetro del parque donde se reúnen a beber todos los días. Utilizando su vida cotidiana y su larga historia de opresión, ellos transforman el diario rito de beber en una celebración desafiante.
Un documental que expone de una manera lúdica y compleja, el retrato de personajes fuertes que habitan en un entorno que más que dar un contexto, se vuelve un personaje más, donde la mente y corazón del espectador termina de habitarlo. Una voz coral en donde Juan Manuel expone un discurso fuerte y contundente, dentro de un lenguaje donde cabe el espacio de lo introspectivo, la contemplación y la reflexión.
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