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20 frases cautivadoras de la mítica Sor Juana Inés de la Cruz

sor juana

Fragmentos estremecedores de la obra literata del Fénix de América, Sor Juana Inés de la Cruz.

 

Hablar de la literatura novohispana resulta casi imposible sin aludir la obra de Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana (popularmente conocida como Sor Juana Inés de la Cruz). Esta mujer nace en San Miguel Nepantla, un 12 de noviembre de 1651. Y si bien fungió como religiosa en la Orden de San Jerónimo, es un hecho que su legado en la literatura es el más exultante de todos.

Sor Juana es considerada una de las mayores exponentes del Siglo de Oro de la literatura en nuestro idioma. Desde la lírica y el drama litúrgico, hasta el teatro y la prosa, esta escritora conquistó acertadamente un amplio espectro de las incipientes corrientes narrativas de su época. Fue tanto su talento en las letras, que hoy recibe los sobrenombres del "Fénix de América" y la "Décima Musa".

El hecho de que Juana aprendiera a muy temprana edad a leer y a escribir con pericia, desde luego tuvo mucho que ver con su entrada a la corte de Antonio de Toledo y Salazar, virrey novohispano. Para 1669 exploró la vida de monasterio, y fue durante ésta que comenzó a escribir sus más emblemáticas obras.

Distintos virreyes y marqueses que la conocían se dieron a la tarea de publicar sus primeros tomos en España. Hoy por hoy, Sor Juana Inés de la Cruz es una de las escritoras más importante de nuestro país, una mujer excepcional que a través de su producción lírica rompió paradigmas tanto en la narrativa como en las temáticas de la literatura novohispana.

Aquí algunas de sus frases más hermosas:

"Sin claridad no hay voz de sabiduría."

"Queredlas cual las hacéis o hacedlas cual las buscáis."

"Al trato de amor, hallo diamante y soy diamante al que de amor me trata."

"Teniendo por mejor en mis verdades consumir vanidades de la vida que consumir la vida en vanidades."

"Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón, sin ver que sois la ocasión de lo mismo que culpáis."

"¿En qué te ofendo, cuando sólo intento poner bellezas en mi entendimiento y no mi entendimiento en las bellezas?"

"Todo el mundo es opiniones de pareceres tan varios, que lo que el uno que es negro el otro prueba que es blanco."

"¿Qué humor puede ser más raro que el que, falto de consejo, él mismo empaña el espejo, y siente que no está claro?"

"Todos aquellos que se eligen por algún medio para algún fin, se tienen por de menor aprecios que el fin a que se dirigen."

"Bien con muchas armas fundo que lidia vuestra arrogancia, pues en promesa e instancia juntáis diablo, carne y mundo."

"Y aunque es la virtud tan fuerte, temo que tal vez la venzan. Que es muy grande la costumbre y está la virtud muy tierna."

"Si al imán de tus gracias, atractivo, sirve mi pecho de obediente acero, ¿para qué me enamoras lisonjero si has de burlarme luego fugitivo?"

"Que aunque dejas burlado el lazo estrecho que tu forma fantástica ceñía, poco importa burlar brazos y pecho si te labra prisión mi fantasía."

"Cuando mi error y tu vileza veo, contemplo, Silvio, de mi amor errado, cuán grave es la malicia del pecado, cuán violenta la fuerza de un deseo."

"Yo no estimo tesoros ni riquezas, y así, siempre me causa más contento poner riquezas en mi entendimiento que no mi entendimiento en las riquezas."

"Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba, como en tu rostro y en tus acciones vía que con palabras no te persuadía, que el corazón que me vieses deseaba."

"En un amante no hay risa que no se altere con llanto."

"Así como ninguno quiere ser menos que otro, así ninguno confiesa: porque es consecuencia del ser más."

"Sólo los celos ignoran fábricas de fingimientos, que como son locos, tienen propiedad de verdaderos."

"Constante adoro a quien mi amor maltrata; maltrato a quien mi amor busca constante."

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