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El parque de La Marquesa y los hitos históricos que le han dado identidad

la marquesa

Un poco sobre la evolución de La Marquesa, desde su fundación precolombina hasta la actualidad.

 

El parque que comúnmente se le conoce como La Marquesa, es en realidad el Parque Nacional Insurgente Miguel Hidalgo y Costilla. Se trata de una importantísima área natural de la Ciudad de México, ubicada en la delegación de Cuajimalpa con más de 1700 hectáreas.

Se cree que los primeros pobladores del lugar pertenecían al pueblo otomí, y que alrededor de 1450, los tepanecas se refugiaron en el área que hoy constituye La Marquesa después de su derrota ante los pueblos de Texcoco y México-Tenochtitlán. También cabe mencionar, que durante las incipientes batallas de la Conquista, algunos otomíes se unieron al ejército español, para tomar Tenochtitlán.

Después de la caída de ésta, la zona se le otorga a Hernán Cortés. Y hacia 1532, el militar se la entrega a Juana de Zúñiga para que pueda fundar una hacienda llamada La Marquesa. Esto con motivo de erigir una residencia entre el predio que unía a la capital con Toluca. Es hasta 1573 que el camino se manda construir, volviéndose así uno de los primeros recorridos con peajes del país.

Quizá llame la atención el nombre oficial de este parque, pero es que se trata de un lugar donde surgieron diversos levantamientos insurgentes. El 30 de octubre de 1810, en los llanos de La Marquesa, ocurre la Batalla del Monte de las Cruces. Se trató de la disputa entre los insurgentes bajo el mando de Miguel Hidalgo y las fuerzas novohispanas bajo el mando de Torcuato Trujillo. Son los insurgentes los que ganan la batalla y avanzan hasta el pueblo de San Pedro Cuajimalpa.

No es hasta finales del siglo XIX que se edifica la primera fábrica de vidrio en La Marquesa, que también funcionó como la primera de vidrio soplado de toda América Latina. A raíz de esto, comenzaron a inaugurarse otro tipo de compañías y plantas de carácter industrial en el camino México-Toluca.

La Revolución también marcó un hito en las zonas aledañas al parque. Sin duda el movimiento zapatista fue uno de los más activos del lugar. Distintos carteles se asentaron en pueblos como Las Cruces, Los Chirinos, Atlapulco y La Marquesa.

Es en 1936 cuando La Marquesa es reconocida como un parque nacional y un área natural protegida, gracias a un decreto emitido por Lázaro Cárdenas. Obras de construcción e inclusive de índole artística se empezaron a hacer presentes en las faldas del lugar.

Hoy por hoy, y después de medio siglo desde su fundación, La Marquesa es uno de los parques más concurridos y tradicionales tanto para los habitantes de la Ciudad de México como los del Estado de México.

Se trata de un lugar hermoso, lleno de historia, tradición y muchas costumbres. Es un destino turístico que convoca a miles de familias mexicanas todos los fines de semana, y que da cabida a la convivencia, la admiración de paisajes y hasta las actividades extremas.

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