La CDMX convocó al "Concurso Internacional de Arquitectura y Paisajismo"para restaurar el Parque Lineal Ferrocarril.
Desde tiempos remotos con las primeras ciudades hasta la actualidad, los espacios públicos han sido lo lugares urbanos de encuentro e intercambio por excelencia.
De hecho, se puede tomar como indicador de calidad de vida de una ciudad, la cantidad y el estado de los espacios públicos que en ella se contienen. Negar la imprescindible necesidad de estos sitios no solo deteriora el medio ambiente, sino que directamente afecta de forma negativa la interacción social.
Con la intención de aprovechar la infraestructura existente, el gobierno de la Ciudad De México convocó al Concurso Internacional de Arquitectura y Paisajismo para restaurar el Parque Lineal Ferrocarril de Cuernavaca. La ganadora fue el de la firma mexicana Gaeta-Springall Arquitectos, que fue también la responsable del Memorial a las Victimas de la Violencia, entre otros proyectos.
Esta firma conceptualizó la propuesta como un bosque urbano, este proyecto se vislumbró como una pieza que se articula con diferentes hitos urbanos, espacios verdes e infraestructuras existentes como ciclopistas que generan un circuito rico de espacios libres. La propuesta toma en cuenta tres aristas primordiales: aspecto medioambiental, aspecto socio urbanístico y aspecto temporal.
Dicha selección de la paleta vegetal cubre también, árboles de hoja perene, como del tipo caducifolio, que genrarán ambientes y microclimas diferentes. Además, se integrarán huertos urbanos, generadores de composta y uso responsable de deshechos.
Para el cuidado de la vegetación, se contemplará aprovechar el agua pluvial, almacenándola en diferentes contenedores y jardines de lluvia. Por otro, lado el parque lineal tendrá iluminación e incluso un mini tren eléctrico cuya energía, necesaria para funcionar, será recolectada por medio de celdas fotovoltaicas.
Para lograr esto hay varias líneas de trabajo, por un lado se tiene contemplado proveer de contenedores tipo industrial que, además de tener una alta flexibilidad de usos, remiten a un lenguaje fabril que se relacionan con la preexistencia de vías de tren e industrias de la zona.
Sumado a esto, se busca tener foros al aire libre, parques de patinaje, juegos para niños, gimnasio al aire libre, canchas deportivas y áreas de descanso a todo lo largo del bosque.
Por otro lado, para romper con la dureza existente en las fachadas colindantes al Ferrocarril de Cuernavaca, se busca hacer intervenciones socioculturales y ampliar la permeabilidad por medio de usos mixtos y aperturas directas en un plan a futuro. De esta forma, los edificios, poco a poco, se abren hacia el parque en lugar de rechazar y dar la espalda.
Por último, la propuesta entiende que los espacios públicos deben tener la flexibilidad de adaptarse a situaciones futuras, y apuestan por lugares que tengan la capacidad de albergar más de un solo programa.
Se proveerá de infraestructura que facilite el uso del espacio como la implementación de una ciclopista y mobiliario urbano adecuado como bancas, basureros y bolardos entre otros.
Sin embargo, además de funcionar como excelente nexo entre distintas partes de la ciudad y oportunidad de movilidad sostenible, el bosque urbano funciona como un lienzo en blanco donde las actividades que suceden son dictadas por contextos sociales y temporales.
No cabe duda que, la Ciudad de México necesita contemplar más proyectos a escala urbana que apuesten por el fortalecimiento social, implementación de técnicas y usos sostenibles pero sobretodo que sean plurales y suban la calidad de vida de sus habitantes.
Imágenes por Gaeta Springall Arquitectos