Sobre la hermosa exposición de Ojo-hoja de Juan Iván González de León en el Museo de la Ciudad de México.
El pasado 13 de diciembre abrió sus puertas en el Museo de la Ciudad de México Ojo-hoja, la mirada suspendida en la ciudad, una exhibición del artista Juan Iván González de León que integra piezas de pintura, escultura, arte-objeto y dibujo, y que crea una narrativa profunda y sensible en torno a lo que implica habitar la ciudad y entrar en contacto con los seres que la habitan. La exposición también plantea la revisión del proceso creativo del artista-transeunte.
La exposición de Juan Iván González de León es una invitación a repensar, con una mirada de viajero o visitante, nuestro espacio urbano y las criaturas míticas que lo habitan, sus más hondos simbolismos. El impecable montaje de la exhibición también tiene mucho que decir: no sólo narra las maneras en que este artista habita su ciudad, sino que también podría recordarnos al estudio del creador, un lugar privado y lleno de belleza, o a una cámara de maravillas en las que el orden de los objetos es un reflejo fiel del espacio mental de quien lo ha creado.
Las 40 piezas que integran Ojo-hoja, perfectamente montadas en la Sala Salvador Novo del Museo de la Ciudad de México, son testigos de una sensibilidad vibrante, y a la vez serena, que habita una ciudad llena de animales o seres casi humanos (hombres-animales); éstas también crean un precioso bestiario fantástico y profundamente melancólico, iluminado en tonos claros y azules profundos.
Ojo-hoja, la mirada suspendida en la ciudad estará abierta al público hasta el próximo 19 de febrero de 2017 e implica un hermoso paseo por el mundo interior del artista, su relación con el universo urbano y el natural (que se conjugan hermosamente en su mente): universos que juegan con el símbolo, la repetición y las mitologías, con un hombre pájaro que observa la ciudad desde su mirada de animal, y nos obliga a repensar nuestro entorno urbano como un espacio mágico y lleno de una belleza inconmensurable.
