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Sobre el hombre que caminó de México a Canadá (VIDEO)

Un fotógrafo estadounidense hizo el viaje de su vida y lo documentó?

 

Desde el inicio de los tiempos el hombre ha tenido la inquietud de explorar el mundo que lo rodea para internarse en la naturaleza, abrir caminos y conquistar con sus pies nuevos horizontes. Esta hermosa curiosidad ha inspirado a cientos de novelistas a escribir obras maestras, a miles de naturalistas a explorar los límites del mundo y también a practicar un singular deporte que se realiza desde finales de la Segunda Guerra Mundial: el senderismo.

Esta actividad se concibió como una forma sensacional y orgánica de acercarse a la naturaleza. Consiste, como su nombre lo indica, en recorrer largos tramos que no han sido tocados por la mano del hombre y que les permiten a los exploradores adentrarse en algunos rincones inhóspitos, y un poco peligrosos del paisaje.

Inspirado por este espíritu aventurero, digno de una novela de Julio Verne, el fotógrafo estadounidense Andy Davidhazy decidió emprender el viaje de su vida y documentarlo con su celular para que el mundo pudiera contemplar la imposible hazaña que se planteó: recorrer a pie una buena parte de Norteamérica.

Este aventurero nacido en Texas, caminó durante cinco meses más de 4,184 kilómetros, y se tomó una fotografía por cada milla recorrida en los hermosos e imponentes Senderos de las Cretas del Pacífico, también conocidos como: Pacific Crest Trail.

La famosa ruta estadounidense, que empieza en México, en el desierto de Mojave y termina en Canadá al borde de un condado llamado Manning, fue el escenario idóneo para que el artista recorriera con sus pies 25 bosques, 7 parques, más de una sierra montañosa y tres estados: California, Washington y Oregón.

Como resultado de este viaje, el fotógrafo perdió 25 kilogramos y tuvo que cambiar de zapatos cinco veces. Según lo muestran las imágenes que tomó, se enfrentó a condiciones climatológicas extremas que iban desde tormentas eléctricas, hasta lluvias de polvo.

Cabe destacar, que como recuerdo de esta titánica travesía grabó un video en el que recoge las experiencias vividas. En dicho documento no está demás decir que se le ve cansado, con ojeras que le recorren el rostro, pero con una cierta chispa en los ojos, esa magia que aparece en el rostro cuando uno decide cambiar la cotidianidad por aventura y se anima a perderse entre los árboles.

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