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El Caballito se postra más imponente que nunca (FOTOS)

Tras más de un año de trabajos, la estatua ecuestre fue develada ante los capitalinos.

 

El suceso que inspiró la creación de la estatua que popularmente se conoce como "El Caballito" ocurrió en 1788, con la proclamación de Carlos IV como Rey de España. Dicho evento merecía también una celebración en la Nueva España, por esto motivo el virrey de Revillagigedo ordenó la construcción de una estatua que fungiera como homenaje.

Por falta de recursos solo se elaboró un tallado de madera que se colocó en medio de la Plaza Mayor. Sin embargo, al cabo de dos años la pieza quedó destruida. No fue hasta 1794 que con la llegada del virrey Miguel de la Grúa Talamanca se optó por levantar una apabullante estatua hecha de bronce, hecha por el arquitecto neoclásico de la época: el genio de Manuel Tolsá.

El español realizó el molde en 1802, que más tarde fue llenado con bronce fundido. Se trató de una obra sin precedentes, pues nunca antes se había visto tan grande escultura de una sola pieza en la Nueva España. El artista demoró 14 meses en tallar y pulir la estatua, la cual el pueblo inmediatamente bautizó como "El Caballito". Y tras recorrer varios sitios de la capital, desde 1979 yace en la Plaza Manuel Tolsá del Centro Histórico.

Imágenes: Excélsior

No obstante, para 2013 se registraron estragos en la escultura, cuando unos trabajadores erróneamente utilizaron ácido para limpiarla, causando daños irreversibles. El Instituto Nacional de Antropología e Historia detectó en un estudio que se tendría que llevar a cabo una minuciosa y especializada restauración, que se emplearía en diversas etapas.

La intervención se llevó a cabo desde mediados del año pasado, y hoy 28 de junio finalmente fue develada ante los capitalinos. El monumento que hoy se postra orgulloso e imponente luce por el nuevo rostro de la escultura metálica, el hermoso basamento y el renovado pedestal.

De igual manera, cabe mencionar que la interior de la pieza se escondió una cápsula con objetos contemporáneos, para dar fe de la increíble restauración que se realizó en una escultura que desde hace 200 años ha sido testigo de la cotidianeidad citadina. A continuación dos imágenes que demuestran el antes y el después de El Caballito: 

Imagen: Uno TV

Especialistas de la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos, la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural y la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía del INAH fueron las personas a las que se les debe tan plausible restauración. Ahora, luego de un año de trabajos, es posible admirar la belleza que Manuel Tolsá concibió desde un principio, en una escultura ecuestre que más allá de ser un monumento es un símbolo de la urbe.

Imagen principal: Mente Post.

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