MXCity | Guía de la Ciudad de México

El inesperado origen mexicano de Cars, la película de Pixar

Una historia secreta que une a Pixar y a México…

 

Hace unos días se estrenó en la cartelera mexicana Cars 3, un largometraje animado realizado por Pixar, que desde el 2006 ha profundizado de una manera divertida y original en el profundo dilema filosófico de darle vida y alma a las máquinas. 

El protagonista de esta película exitosa, continúa siendo el carismático Rayo McQueen, un auto de carreras parlanchín, que tras haberse dado baños de humildad en un pueblo de coches abandonados (Cars 1) ha retomado totalmente su amor por las competencias y está decidido a ganar un nuevo trofeo internacional.

Cabe destacar que, entre los nuevos personajes que aparecen en Cars 3 hay un coche de origen mexicano llamado Cruz Ramírez, que fue incluido en la película por el interés que tienen los creativos de Pixar de mandar un mensaje plural y de aceptación en sus largometrajes animados. 

Este año, Cruz Ramírez no será el único tributo que Pixar le hará a nuestro país. De hecho, a finales del 2017 se estrenará Coco una cinta inspirada en las leyendas mexicanas del Día de Muertos y en los ídolos rancheros de antaño que en a mediados del siglo XX  protagonizaron gran parte de las historias del séptimo arte nacional.

Sin embargo,  la relación entre México y Pixar no es nueva y no siempre fue tan buena. De hecho en 2006 se suscitó un problema entre ambos cuando se estrenó la primera parte de la franquicia de Cars y los directivos de la empresa mexicana Bardahl alzaron la voz al notar la similitud que había entre sus comerciales y la película de Disney.

Para los que no se acuerden o no hayan nacido, vale la pena recordar que durante las décadas de los 80 y 90 era muy famosa una campaña de publicidad cuyo protagonista se llamaba Carrazo, un vehículo clásico de rasgos humanoides, que pasaba sus días derrochando carisma y hablándole bonito a otras marcas de coche para que se animaran a ponerle aceite a sus motores.

Pues bien, resulta que si uno compara la idea y las ilustraciones de Cars con dichos anuncios de Bardahl se dará cuenta del inmenso parecido que hay entre ambos. Basta ver, por ejemplo.  las similitudes entre Carrazo y el Rayo McQueen, los dos son rojos, tienen buena presencia y llaman la atención de los otros autos por ser clásicos. Aunque esto podría ser una coincidencia, lo cierto es que los dibujos animados de Carrazo, demuestran que Pixar presuntamente robó la idea de la empresa mexicana.

De acuerdo a algunos artículos publicados en 2006, este supuesto plagio pudo ser un verdadero problema para Disney, que antes de que la bomba mediática estallara por el mundo, llegó a un acuerdo secreto con con Bardahl y el problema entre las dos corporaciones mágicamente se solucionó de un día para el otro.

Hoy nadie se acuerda de este caso, el único vestigio que hay de esta apropiación de máquinas parlanchinas está tal vez en la memoria nostálgica de algunos miembros de la Generación X, que todavía recuerdan los días en los que “Carrazo”, con la voz de Mauricio Garcés, irrumpía en sus tardes.

 

Foto principal: Orlando Sentinel

Exit mobile version