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Nuestra Sangre. Nuestro Color: la nueva exhibición del Templo Mayor

templo mayor

Gracias a esta exposición, es posible saber de qué color estaban pintadas las esculturas de nuestros antepasados?.

 

No cabe duda de que el Templo Mayor es uno de los sitios más hermosos, vibrantes y sugestivos de toda la ciudad. Es éste el corazón de la capital, pues se trata de un lugar milenario que funge como recordatorio de la vida que nuestros antepasados llevaban en lo que fuera el epicentro de Tenochtitlán.

Por fortuna, aunado a las construcciones de carácter arqueológico que yacen al ras del suelo, este lugar también cuenta con un museo. Dicho recinto expone, de manera permanente, objetos de la cultura mesoamericana que recorren temas como el comercio, los rituales, el sacrificio, la flora y la fauna. Pero cabe mencionar, que en ocasiones, el museo organiza fantásticas exposiciones temporales.

Tal es el caso de Nuestra Sangre. Nuestro color: La escultura polícroma de Tenochtitlán, una increíble muestra que recupera el color que las piezas emblemáticas de los mexicas tenían originalmente.

Imagen: Yucatán Político

La exposición fue posible gracias al arduo y minucioso trabajo de investigadores, restauradores, químicos, arqueólogos, artistas y arquitectos. Lo cierto es que anteriormente, en el caso de Grecia, los historiadores de arte pensaban que los mármoles eran blancos. Sin embargo, más tarde se descubrió que en el pasado habían estado pintados. Justo esto fue lo que ocurrió con el arte en Mesoamérica, primeramente se creyó que las piezas eran grises, pero la realidad es que lucían una gran policromía.  

Hoy por hoy, se sabe que tanto pirámides como esculturas estaban pintadas con tonos llamativos, y que cuentan con simbolismos que apelan a las creencias y percepciones artísticas que abundaban en Tenochtitlán.

Nuestra Sangre. Nuestro Color está conformada por 28 piezas, que son obras espectaculares propias del Museo del Templo Mayor, de las cuales se crearon réplicas para plasmar su color original. Así, los visitantes podrán apreciar monolitos como el de Coyolxauhqui, diosa de la luna; Tlaltecuhtli, diosa de la tierra y Chac Mool, guerrero estelar.

Imagen: La Jornada. 

La realidad es que el color es uno de los elementos más importantes y cautivadores cuando de arte se trata. Y no hay nada más enorgullecedor que descubrir que nuestros antepasados se esmeraban por darle a sus piezas un toque especial, simbólico y hermoso. Sin duda visitar esta exposición es como dar un salto al pasado, hacia un momento donde las deidades permeaban la realidad cotidiana de una cultura prehispánica.

Imagen principal: Arquired

Nuestra Sangre. Nuestro Color: La escultura polícroma de Tenochtitlán

Dirección: Museo del Templo Mayor. Seminario 8, Centro Histórico.

Fecha: Hasta el 20 de agosto.

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