Un homenaje plástico de Vicente Rojo al escritor Carlos Fuentes.
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Una noche de 1803 llegó a la capital mexicana el extraordinario el barón Alexander Von Humbodt. Lo primero que les dijo a sus acompañantes al ver el cielo azul, las montañas al fondo del horizonte y los ríos fluyendo por todos lados fue que esta era sin duda la región más transparente que había visto en su vida.
Más de cien años después, un joven de 25 años llamado Carlos Fuentes retomó esta frase y la usó como inspiración para escribir su primer libro. Un relato en el que los protagonistas son: la Ciudad de México, sus léxicos, sus edificios, sus revoluciones fallidas y un tal Ixca Cienfuegos que cómo el mismo lo revela nació y vivió en México DF un lugar en el que nada es grave, porque aquí "no hay tragedia, todo se vuelve afrenta"
La región más transparente se publicó en 1958 y pronto se convirtió en un guía que le permitió a varias generaciones conocer a través de las palabras el lugar que los vio nacer. Como lo dijo el mismo José Emilio Pacheco este texto tuvo el poder de "nombrar todo lo que no tenía nombre."
Es tan importante la obra literaria de Carlos Fuentes, que el 11 de abril del 2014 se inauguró una escultura monumental llamada la Pérgola Ixca Cienfuegos, en honor a los cincuenta años de la Región más transparente y a la enorme trayectoria que tuvo el escritor en sus 8 décadas de vida.
El encargado de realizar este singular homenaje plástico fue el español Vicente Rojo, un artista importantísimo en la vida cultural del México, que durante muchos años sostuvo una amistad cercana con Fuentes, y que cuando le propusieron el proyecto en el año 2008, aceptó gustoso el reto de crear una obra pública que representara de una forma bella y entrañable la vida literaria de su amigo. Cabe destacar que para realizar el proyecto, el artista no cobró nada.
Para inmortalizar la obra de Carlos Fuentes, Rojo creó una "escultura transitable" cuya forma permite, de una manera lúdica, el paso peatonal constante. La obra está dividida en una serie de módulos rectangulares hechos de acero y mide 2 metros de ancho y 100 de largo.
Pero además de sus materiales y diseño, la singularidad de este monumento radica en una serie de cuadritos pintados de azul, rojo, negro y amarillo, que tienen el don de generarle al que pasa por ahí una visión cromática que se enfatiza por el movimiento y que deja en las personas una sensación tan inquietante como agradable, dos características que siempre tiene el buen arte.
La Pérgola de Rojo está ubicada en un camellón central de la Avenida Ejército Nacional, y como dato curioso, entre los asistentes que acudieron a la develación de su placa estuvo el antiguo presidente de Francia, Francois Hollande.
Hoy esta hermosa escultura, adorna el corazón de esta urbe. Para los que conocen su historia, verla y transitarla es un pretexto perfecto para evocar a uno de los escritores más entrañables del México, Carlos Fuentes. Un autor al que Ciudad de México parecía contarle todos sus secretos.
Pérgola Ixca Cienfuegos
Dirección: Av Ejército Nacional 850, Granada, Miguel Hidalgo, Ciudad de México, CDMX