La fascinante historia de la "ballena asesina" más famosa del mundo?
Hace más de dos décadas, nació en las aguas heladas de la costa de Islandia una orca especial. Midió 7.7 metros y pesó 4 toneladas y sus primeros 18 meses los pasó en libertad total surcando las aguas con su madre, su abuela y sus hermanos para cazar mamíferos marinos que les permitieran sobrevivir en los océanos del mundo.
Su vida hubiese sido así de simple y maravillosa. Pero un día un barco pesquero que estaba sobre las aguas del Atlántico capturó la atención de la familia. Para conseguir comida fácil las orcas irrumpieron en la red para saciar su hambre. No obstante, la integrante más joven de la manada no tuvo la pericia de salirse del radar de los marineros y quedó atrapada.
Fue así como violentamente esta "ballena asesina" se convirtió en Keiko y entró sin quererlo al mundo de los humanos. La subieron a un avión con grúas. Luego, se la llevaron a Ontario, Canadá, donde recibió, junto a otras seis orcas cautivas, un entrenamiento cruel basado en el hambre y en las recompensas. Cuentan sus entrenadores de ese tiempo, que nunca la pasó bien y por el estrés del encierro desarrolló una extraña enfermedad en la piel.
Cinco años después, en 1985 pusieron en venta a Kaiko. La compró a 1,200 dólares Reino Aventura, un parque de diversiones que estaba ubicado al sur de la Ciudad de México. Cuenta la leyenda que para llegar al país la orca tuvo que cruzar ilegalmente el territorio de Estados Unidos porque el gobierno mexicano no tenía los papeles. Aterrizó un día soleado y para recibirla como se merecía cerraron el Viaducto Miguel Alemán. 
La criatura bicolor se convirtió en la sensación. Todos los fines de semana miles de capitalinos se escapaban al Ajusco para atestiguar los dones de uno de los animales más excéntricos que habían visto en su vida. Los niños de los ochenta se le acercaban, la besaban y ella lo permitía. Pronto, la ballena apareció en los álbumes de cientos de familias chilangas. 
Durante 10 años la orca fue la protagonista de decenas de películas y hasta la estrella del momento “Lucerito” le dedicó una canción llamada Keiko 300 kilos de amor cuyo coro decía "que linda ballena, que sensacional". Además, apareció en el último capítulo de la telenovela de moda Quinceañera.
Desafortunadamente, con los años su tanque le quedó chico, y aunque sus cuidados eran extremos: tenía ocho entrenadores, comía 120 kilos de pescado al día y por las noches un velador que le hacía compañía, diversas organizaciones de protección de animales le exigieron a Reino Aventura su liberación.
Cuando Keiko protagonizó Liberen a Willy en 1993, el reclamo para que la orca regresara al mar se hizo global. El parque de diversiones recibió más de 1000 cartas semanales que imploraban a los duelos de Reino Aventura el fin de su cautiverio. Un día de repente, y sin que nadie de lo esperara, el parque de atracciones cedió. 
De esa manera, la orca logró al fin su libertad. Durante meses los expertos idearon minuciosamente el regreso de Keiko a su habitad natural, y tras mucha planeación un día de 1996 la ballena que cautivó a los capitalinos se fue para no volver. Los niños con los que jugó una década fueron a despedirla en las avenidas con lágrimas en los ojos, sabían que se perdía para siempre una parte de su infancia…
