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10 cosas que debes de hacer después de un sismo

Cuando comience un sismo, todo lo que podrás hacer es ponerte lo más a salvo que puedas y esperar a que termine. Sin embargo, cuando haya pasado habrá mucho que podrías hacer para mantenerte alejado del peligro y ayudar a otros a sobrevivir.

1.
Revisa si tienes lesiones. Atiende tus lesiones o, de ser necesario, intenta obtener la ayuda de alguien que se encuentre cerca tuyo. Una vez que hayas atendido tus lesiones, revisa si quienes están en las proximidades resultaron heridos y suminístrales primeros auxilios si lo requieren.

Mantente especialmente atento a aquellos que no puedan ayudarse a sí mismos, como los ancianos, los incapacitados, los bebés y los niños.

Sin importar la edad o dolencia, cualquier persona que quede atrapada entre los escombros estará en peligro de sufrir lesiones, shock y otros daños debido a los deslizamientos de las partes derrumbadas de los edificios o a las réplicas del sismo.

No muevas a quienes estén severamente lesionados a no ser que sea absolutamente necesario. Espera a los paramédicos o a otras personas que estén capacitadas para auxiliarlos. Sin embargo, ayudaría que te quedes con alguien para consolarlo y apoyarlo. Hay muchas historias de sobrevivientes en zonas sísmicas que revelan que aquellos a quienes les sostuvieron la mano o les hablaron constantemente tuvieron más fuerzas para sobrevivir que quienes estuvieron solos.


2.
Ponte zapatos resistentes, pantalones largos, ropa de manga larga y guantes de trabajo para protegerte de los vidrios rotos y escombros. Si quieres hacer el intento de buscar a otras personas, vístete adecuadamente y también ponte un casco protector.

Si vives y trabajas en una zona sísmica, ten siempre a la mano un par de zapatos adecuados. Ten uno en el trabajo y cuando salgas lleva otro par contigo, considera que escalar por un área con escombros grandes, accidentada o inundada con tacones altos, chanclas o descalzo no es para nada seguro.

3.
Evalúa tu ubicación inmediata con fines de seguridad. Si el lugar donde te encuentras parece ser peligroso o poco firme, ve a un lugar más seguro. Los siguientes son algunos peligros potenciales a los que es recomendable que les prestes toda tu atención:

Tuberías de gas. Huele para percibir olor a gas y escucha el sonido de soplo o siseo que podría ser la señal de una fuga. Si sospechas que hay una fuga de gas, abre una ventana y abandona el lugar de inmediato. Cierra las llaves de paso del lugar rápidamente, si te resulta posible cierra la llave de paso general en el exterior del edificio o casa y llama a la empresa prestadora del servicio. No intentes volver a abrir la llave del gas tú solo, aun cuando hayan pasado varios días. Las empresas de reparaciones podrían demorarse un tiempo considerable en llegar a tu área.

Amenazas eléctricas. Las chispas, los cables rotos o dañados o el olor de material aislante quemado, son señales de un problema eléctrico y del peligro de un incendio. Corta la electricidad desde el interruptor principal o la caja de fusibles. Si tienes que caminar por un lugar con agua a fin de llegar al interruptor o caja de fusibles, la Cruz Roja recomienda que obtengas la ayuda de un electricista, porque el agua representa un posible peligro de electrocución.

Mantén a los niños y a las mascotas lejos de las áreas afectadas en las que haya agua.

Inestabilidad estructural. Busca yeso, paneles, techos, vigas, chimeneas y escaleras sueltas y que puedan caer.

Inspecciona ventanas, puertas escaleras y pisos en busca de daños. En el caso de los exteriores, aléjate un poco del edificio a fin de inspeccionar cosas tales como ladrillos, paneles, vidrios, etc., flojos o rotos y que puedan desprenderse en cualquier momento. En los interiores, no uses las escaleras ni te pares debajo de nada que pueda caerse hasta que compruebes que es seguro.

Agua contaminada. Busca y escucha para detectar señales de tuberías de agua o desagüe rotas o quebradas y, si sospechas que han sufrido algún daño, no bebas agua de la llave. La Agencia Federal de Manejo de Emergencias (Federal Emergency Management Agency) de los Estados Unidos señala que puedes derretir cubitos de hielo para beber agua limpia. Es de esperar que hayas almacenado agua para beber en caso de una emergencia.

Químicos peligrosos. Limpia aquellas cosas peligrosas que se hayan volcado y que no representen una amenaza que implique que es necesario que abandones el lugar de inmediato. Algunos ejemplos incluyen cloro, medicamentos y líquidos inflamables.

Objetos que puedan caerse. El contenido de los estantes y gabinetes altos que se podrían mover o ladear durante los sismos. Ten cuidado cuando abras las puertas de los gabinetes o tomes algo de un estante alto.

4.

Escucha una radio de emergencia o usa una televisión a pilas, a fin de enterarte de la última información de emergencias y de las instrucciones que se emitan. También hay radios y modelos de televisión de manivela que no requieren de ninguna otra fuente de poder.

Es recomendable que una radio de celdas solares, de pilas o de manivela forme parte de tu equipo de desastres. Con algunos de estos aparatos también podrás cargar tu teléfono celular.

5.
Revisa tu teléfono fijo a fin de constatar si tiene tono de discado y tu teléfono celular para confirmar si tiene señal.

Con frecuencia, las líneas telefónicas se saturan después de un desastre, por lo que solo es recomendable que uses el teléfono para reportar las condiciones de emergencia inmediata que pongan en riesgo tu vida. La Cruz Roja recomienda hacer un llamado telefónico muy breve a la persona de contacto designada en tu plan de desastres sísmicos. Esta persona podrá rastrear tu estado y ubicación y mantenerte actualizado sobre otros que se hayan reportado desde el área del desastre.

Si tienes acceso a Twitter, o a cualquier otra red social, esta puede ser una manera muy rápida y sencilla de enviar un mensaje avisando que estás bien, de pedirle a la gente que contacte a los miembros de tu familia de tu parte, pedir alojamiento u otro tipo de ayuda, etcétera.

6.
Permanece afuera y alejado de los edificios dañados. En particular, ten cuidado con las chimeneas, muros dañados, balcones y letreros, espectaculares o cosas que cuelguen de los exteriores y que puedan caer sobre ti. Los peligros posteriores a un sismo podrían no ser obvios de inmediato, cuando camines de un lado al otro, así que evalúa activamente cuando entres en un área nueva. A fin de comprobar que la zona es segura mira hacia arriba y a tu alrededor.

7.
Presta atención a las réplicas. A menudo, a los sismos fuertes los siguen réplicas, o sismos de poca intensidad, que podrían suceder minutos, horas, días o hasta meses después del sismo original. Trata a cada réplica como a un sismo nuevo en términos de seguridad y reevalúa tus alrededores para mantenerte a salvo después de las de mayor intensidad.

8.

Activa el localizador de personas de Google aquí y reporta en tus redes sociales que te encuentras bien.

9.

Asistencia voluntaria. Revisa el hashtag #AyudaCiudadana para enterarte de los puntos donde se necesite tu asistencia. Reporta cualquier daño a los teléfonos de las instituciones encargadas.

 

10.

Consejos

Siempre es buena idea tener a una persona “segura” a la que puedas contactar y que viva fuera de tu región así, si las líneas telefónicas se saturan, ella podrá ser el enlace entre tú y todos los demás.

Si estás en la cama cuando inicie un sismo, simplemente rueda hasta el piso y permanece junto a la cama. Esta te protegerá de cualquier cosa que caiga y ayudará a que se forme una pirámide protectora sobre ti.

Si tienes que manejar ten mucho cuidado. Vigila los caminos dañados y prepárate para que los semáforos no funcionen.

Si tu casa no resulta afectada, ayuda a quienes hayan sido menos afortunados que tú. Las personas cuyas casas hayan quedado destruidas necesitarán un refugio, piensa si puedes disponer de una recámara por unos días.

La Cruz Roja recomienda que después de un sismo tengas a tus mascotas encerradas y bajo control. Esto las mantendrá fuera de las áreas peligrosas y te permitirá vigilar su comportamiento.

Asegúrate de tener a mano tu equipo para sismos. Ten en cuenta que si está en el coche o en el estacionamiento podría quedar sepultado bajo los escombros y no te será posible llegar a él. Lo mejor será que lo conserves afuera, lejos de los edificios y a salvo de los saqueadores y animales.

No salgas corriendo de tu casa o edificio durante un sismo, ponte debajo de un objeto sólido, como por ejemplo una mesa.

Si necesitas lentes de aumento para ver, tenlos SIEMPRE a tu alcance, o lleva contigo un par extra. Cuando las cosas estén derrumbadas a tu alrededor, será imperativo que puedas ver claramente.

Si te preparaste bien con anticipación, estarás en una mejor posición para actuar con efectividad después del sismo.

Es aconsejable que tengas un equipo de desastres preparado, que sepas primeros auxilios y que cuentes con un plan de desastres establecido y bien ensayado con tus seres queridos.

Llena la tina con agua inmediatamente, esta podría funcionar como depósito de agua si te desesperas.
Advertencias

No corras sobre los escombros y no permitas que los niños jueguen sobre estos, ya que podrían ser muy inestables y deslizarse sin previo aviso, dejando hoyos a través de los cuales podrías caer y provocar un derrumbe sobre ti. Avísale a cualquiera que veas sobre los escombros que busque terreno sólido.

Trata las cortadas, raspones y arañazos. Tal vez necesites una vacuna contra el tétano aunque tus lesiones sean superficiales.

Cosas que necesitarás

-Equipo de emergencia o desastres
-Botiquín o artículos de primeros auxilios
-Zapatos resistentes, seguros y cerrados para caminar
-Pantalones largos y ropa de manga larga

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