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El inquietante inframundo de Teotihuacán llega a Estados Unidos

El universo debajo de nuestro suelo?

 

Teotihuacán es uno de los sitios arqueológicos más visitados del mundo. Sin embargo, a pesar de ubicarse a sólo una hora de la capital mexicana y de que todos los días miles de personas recorren sus pirámides y les toman fotos, todavía hay muchos enigmas respecto a su pasado y a los habitantes que vivieron ahí en la época prehispánica.

Y es que Teotihuacán sigue siendo un lugar lleno misterios. Se sabe por ejemplo que hace 2000 años fue una ciudad muy importante y muy poblada cuyo topónimo significa "lugar donde los hombres se convierten en dioses". Lo que no se sabe es qué lengua hablaban sus nativos ni tampoco cuáles eran las leyes con las que regían su sociedad ni por qué de un instante a otro desaparecieron de la faz de la tierra.

Lo poco que se conoce acerca de esta cultura se descubrió en el año 2013, cuando un grupo de investigadores hallaron un túnel debajo la famosa Serpiente Emplumada. Un pasaje subterráneo que aparentemente permaneció clausurado más de 1,800 años. Y que en su interior albergaba una serie de vestigios alusivos a los sacrificios y a rituales teológicos que se realizaban en Teotihuacán.

En este viaje a las profundidades, los especialistas encontraron cientos de tesoros. Dientes de cocodrilo, pedazos de cristal en forma de ojos, esculturas de jaguares listos para atacar y una asombrosa recreación miniatura de una montaña rodeada de diminutos lagos de mercurio para representar los lagos que los rodeaban el terreno.Pero además de recolectar objetos valiosos, los arqueólogos se percataron que las paredes y techos de dicha cueva secreta estaban cubiertos de oro y de pirita. El brillo de estos dos metales en la oscuridad emulaba un paisaje galáctico compuesto de puntos luminosos.

Gracias a este afortunado hallazgo, los arqueólogos pudieron trazar los primeros esbozos acerca de la vida en Teotihuacán antes de Cristo. Descubrieron, por ejemplo, que era una ciudad bulliciosa en la que se practicaban sacrificios y se adoraba a los dioses. Además, tenía una mitología especial de la cual sólo se tienen algunos datos dispersos.  

La cueva fue descubierta por el científico Sergio Gómez que después de una tormenta descubrió un socavón en medio de un paso turístico. El arqueólogo se acercó al hoyo y cuando se asomó al subsuelo notó que debajo de sus pies había un perfecto espacio cilíndrico. Se impresionó tanto que se amarró una cuerda en la cintura y bajó (cual Indiana Jones) a revisar las profundidades.

En medio de una atmósfera enrarecida, casi insoportable, Sergio notó que habían escombros por todos lados y por lo tanto quizá alguna construcción prehispánica. Una vez que generó esta hipótesis un grupo de especialistas decidieron meter en el agujero un robot con cámara para que explorara el suelo a sus anchas.

El resultado de la expedición fue un túnel debajo de la Plaza Mayor, que era del tamaño de un campo de futbol. "Lo que más nos impresionó es que nadie había visto lo que había abajo desde hacer 1,500 años."

Fue tan impresionante lo que se descubrió abajo, que desde el 30 de septiembre los tesoros mexicanos encontrados en la "tierra de los dioses" se exhiben con gran éxito en el Young Museum de San Francisco en una exposición llamada: Teotihuacán, ciudad de agua, Ciudad de Fuego.

La muestra está teniendo gran éxito entre los estadounidenses y aunque es difícil irla a ver. no está demás visitar el espacio arqueológico más importante del país y descubrir todo lo que había en este lugar del mundo antes, mucho antes de que llegaran los españoles.  

 

Fuente: The Guardian

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