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Algunas leyendas prehispánicas de terror para estos días

Cuatro relatos de origen precolombino que solían asustar a nuestros antepasados.

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Casi todas las antiguas civilizaciones del mundo cuentan con relatos de terror dentro de su historia. Y es que estas narraciones, también conocidas como leyendas, buscaban darle explicaciones a las cosas extrañas que sucedían en los pueblos. En el caso de nuestro país, culturas como la maya o la mexica contaban la historia de fantasmas o entes supernaturales que eran responsables de desapariciones, ruidos y hasta muertes.

Estas leyendas siguen contándose hasta la fecha, gracias a la tradición oral que durante años se encargó de conservar una parte vital de las culturas prehispánicas. Las historias de terror que asechaban a los indígenas fueron plasmadas en códices, y más tarde, después de la Conquista, estos relatos aparecieron en las crónicas de los españoles.

Tal es el caso de los libros de Bernardino de Sahagún, un misionero perteneciente a la orden franciscana que escribió la afamada obra Historia general de las Cosas de la Nueva España, un documento que indaga en la vida de los nativos mexicanos.

Sin duda una de las leyendas prehispánicas de terror que más resuena en el imaginario colectivo es la de La Llorona, una mujer que luego de perder a su esposo en batalla mató a sus hijos. No obstante, existen decenas de relatos más que cuentan historias escabrosas de la época prehispánica. Aquí algunos de los más interesantes:

Fantasmas de Tezcatlipoca

Seres etéreos que asechaban al pueblo.

Según las crónicas, los fantasmas que se aparecían por las comunidades eran representaciones del dios Tezcatlipoca. Una era una calavera que perseguía a los que huían, otro era una mujer de pelo largo que asustaba solo a los hombres, y había también un coyote que impedía que los viajeros avanzaran en sus travesías.

Hacha de la noche

Un sonido ensordecedor de alguien cortando madera.

Por las noches, en ocasiones se escuchaba un ruido que simulaba el de un hacha cortando madera. Los mexicas le llamaban tooatlepuztli, y por miedo, buscaban de dónde provenía el ruido para ir y presentarle ofrendas. Después de esto, debían esperar a que llegara otro ente, en forma de hombre sin cabeza y con unas puertitas en donde estaba el corazón. Los mexicas más valientes podían arrancarle el corazón y pedir a cambio algún favor.

 

La mujer del chamán

Conjuros de una mujer celosa.

En la selva chiapaneca había un chamán que curaba gente, en su mayoría mujeres. Éstas, en señal de agradecimiento, le obsequiaban comida y animales, lo cual provocó los celos de la esposa del curandero. Creyó que estas mujeres querían robarle a su esposo, por lo que fue a la selva, hizo varios conjuros y terminó por convertirse en jaguar. Comenzó a matar a las mujeres que su marido había curado.

El canto del fin

El ave que presagiaba la muerte.

"Cuando el tecolote canta, el indio muere". Esa frase se le atribuye a una leyenda que asegura que los indígenas se asustaban al escuchar el canto del tecolote, pues creían que anunciaba la muerte. Y es que esta ave memorizó el olor a muerte porque pasaba mucho tiempo en los cementerios. Por esto, siempre estaba cerca de quienes iban a morir, para anunciarles el final.

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