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De cómo el Popocatépetl podría salvar a la Ciudad de México de su colapso

La Zona Metropolitana se hunde 2.5 cm. al mes?

 

En 1980, un ingeniero industrial egresado del Instituto Politécnico Nacional llamado Manuel Frías les informó a los ingenieros militares del Partido Comunista en la Unión Soviética que su nueva presa hidroeléctrica tenía un error. El mexicano había detectado riesgos de deslaves, pues la obra se encontraba en una zona sísmica. Tras compartir su opinión profesional, el Ministerio de Energía le entregó un reconocimiento por su diagnóstico, uno que salvó vidas y dinero para el bloque soviético.

Actualmente, este ingeniero busca enmendar otro tema hidráulico, ahora en la Ciudad de México. Lo cierto es que la extracción de agua subterránea ha causado, durante los últimos años, que la Zona Metropolitana se hunda 2.5 centímetros al mes. Y Manuel Frías pretende aprovechar el volcán Popocatépetl para salvar a la urbe de su colapso.

Y es que al tratarse de una metrópoli tan grande y poblada, la necesidad de agua resulta enorme. Más de 50,000 litros por segundo se extraen del manto acuífero, y la realidad es que los primeros estragos se han tornado evidentes: cortes en el sistema de agua, socavones en el suelo y grietas alrededor de la ciudad.

El plan de rescate está compuesto por dos etapas. La primera es la construcción de la Presa Amacuzac ? Valle de México. La idea es crear cuatro plantas de bombeo en el Río Chuazingo, con el objetivo de transportar agua a través de un acueducto de 1000 kilómetros. Este proyecto concibe a las constantes lluvias como un beneficio, pues éstas permitirían que la cuenca de la presa se reabastezca periódicamente. De esta manera, ya no se tendría que extraer agua del subsuelo, que por cierto no puede recargarse como una presa.

La segunda parte del plan es el Proyecto Geotérmico Popocatépetl México ? Puebla. Manuel Frías asevera que la solución está debajo del volcán, por esto quiere captar el vapor de alta tensión debajo del Popo para transformarlo en electricidad, con la ayuda de tres turbogeneradores que se colocarían a cuatro kilómetros del cráter.

La alternativa de sistema que propone el ingeniero funciona igual que una planta convencional, solo que la transformación de vapor a energía no necesitaría de hidrocarburos ni emisiones contaminantes.

Para poder conseguir este vapor se tendrían que utilizar pozos direccionales, similares a los de la industria petrolera. Los primeros 100 metros son verticales, luego se vuelven horizontales hasta llegar a los yacimientos de la chimenea del volcán. Manuel Frías explica que es como si se extrajeran hidrocarburos, solo que en este caso la idea es ir por el vapor de agua. Si se llevara a cabo esta iniciativa, la energía eléctrica que se produciría podría abastecer a la mitad de la Ciudad de México.

De igual forma, podrían sustituirse alrededor de 12.4 millones de barriles de crudo, 1,715 millones de metros cúbicos de gas natural y 3.72 toneladas de carbón. Frías y su equipo se encuentran a la espera de una respuesta gubernamental, que de ser positiva, podría posicionar a México como pionero en el tema de energía volcánica, y los problemas de agua y colapso que envuelven a la capital desaparecerían de forma natural e innovadora.

Fuente: Forbes.

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