Misterios prehispánicos que viven en el subsuelo…
La historia de México es complicada y abundante. Vivimos en un país rico en paisajes naturales, sobre el que se edificaron ostentosas civilizaciones. Un país cuya historia se quedó (en el mejor de los casos) abajo del suelo, y en el que el pasado emerge en ocasiones afortunadas para mostrarnos a nosotros, los hombres y mujeres del siglo XXI, todo lo que realmente es México.
A lo largo de los años numerosos grupos de antropólogos, arqueólogos e historiadores se han dado a la épica de tarea de indagar en todo lo que fueron los pueblos originarios. Y aunque en el tiempo han habido hallazgos enormes capaces de revelar cómo se vivía, qué se comía y a quién se adoraba en el México precolombino, todavía quedan muchos misterios que desentrañar.
Una de esas las grandes interrogantes tiene que ver con el doloroso exterminio de los aztecas. Se sabe que cuando Hernán Cortés llegó en 1519, vivían en Tenochtitlán entre 15 y 30 millones de indígenas. Misteriosamente, al terminar el siglo XVI sólo quedaban 2 millones. Hasta ahora el motivo de esta tremenda aniquilación ha estado poco claro.
Algunos aseguraban que la muerte masiva de los mexicas se debía a que una gran cantidad de personas habían fallecido en las guerras. Otros afirmaban que una fuerte epidemia de viruela se había propagado en el país. Por su parte, los más esotéricos creían que la enorme cantidad de desapariciones era producto de los dioses. Aunque en realidad ninguna de estas teorías había sido plenamente confirmada.
Sin embargo, gracias a un artículo que recientemente se publicó en la revista Nature, Ecology and Evolution, ahora se sabe que la principal causa del genocidio de los mexicas fue una enfermedad a la que los aztecas conocían como cocoliztli; una palabra de origen prehispánico que en español puede traducirse como: mal o enfermedad.
Para realizar este minucioso estudio un grupo de investigadores de Alemania, Estados Unidos y México analizó viejas pruebas de ADN; material genético de hace 500 años, para ser precisos. Estas muestras se encontraron en el los restos de un grupo de esqueletos que estaban enterrados bajo la plaza central de la Ciudad de Oaxaca.
Se calcula que este enigmático padecimiento mató al 90% de los nativos en este país. De hecho, gracias a diversas crónicas que se han encontrado, los especialistas han podido constatar que los pobladores hablaban de una “maldición divina”. En algunos textos incluso se reporta que hubieron seis grades brotes de la epidemia, aunque se subraya la existencia de uno en particular que fue muy fuerte y que se llevó al 80 % de la población.
Según dichos estudios el padecimiento provenía las mismas bacterias que generan la salmonela. Los síntomas de la enfermedad eran parecidos; fiebres altas, dolores estomacales, sangrado abundante, trastornos hepáticos y coloración amarillenta de la piel.
Asimismo, tras los análisis se llegó a la concusión que este virus mortal se contagiaba a través del agua y la comida contaminada.
Por algún motivo desconocido ningún español se contagió, los únicos afectados fueron los indígenas que una vez que contraían cocoliztl morían instantáneamente.
