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Estas son las casas más surrealistas de México (Parte I)

surrealistas

De por qué México es el país más surrealista del mundo.

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El Surrealismo es un movimiento de vanguardia, que tuvo una enorme influencia en el siglo XX.  Una propuesta artística se caracteriza por tener una producción artística muy heterogenia, que agrupa en su interior distintas maneras de abstraer al mundo.  Basta contemplar la obra de Dalí y la de Miró para saber que en esta corriente se aceptan distintos tipos de posibilidades.

Ante un universo tan variado, vale la pena preguntarse: ¿Cuáles son los parámetros para definir el surrealismo? Para muchos historiadores del arte, la definición más pertinente de este estilo  la dio su creador y dueño: André Breton; un teórico y poeta que en los años 20 creó un bendito manifiesto que contenía todas las reglas de esta vanguardia.

Y es precisamente gracias a este célebre personaje, que nuestro país fue muy importante para definir qué es lo que es el surrealismo. Se sabe que en 1938 André Breton visitó nuestro país. Desde sus primeros días aquí, el francés se maravilló con la artesanía y las costumbre mexicanas. Fue tanto su deleite que mandó a hacer una  mesa con motivos prehispánicos y se los entregó a un carpintero.

El ebanista al que le encargaron el proyecto tomó como referencia un boceto que le había pintado el francés y días más tarde entregó una mesa extrañísima: tenía sólo tres patas y era amorfa. Al ver el producto final, André Breton  quedó anonadado por primera vez en su vida vio el surrealismo materializado frente a él. Con mucha intriga, le preguntó al carpintero cómo había hecho el mueble. "Lo hice igualito al dibujo que usted me entregó", respondió el hombre.

Breton sonrió y más tarde con sus conocidos proclamó que en México el surrealismo no era un movimiento artístico, era una manera de vivir. Dijo que en este país el absurdo estaba metido en la cultura, en los monumentos, en el pensamiento de la gente y en las viviendas.

Dicho lo anterior y para probar que Don André tenía razón, hemos hecho una lista con las casas más surrealistas que hay en este lugar del mundo. Advertimos que lo que están a punto de ver no son obras de arte, son las guaridas reales de personas.

La mujer desnuda

La Mona de Tijuana.

Cerca del aeropuerto de Tijuana, está La Mona; una monumental estatua de una mujer que según su autor pertenece a la “vida alegre”. La giganta está parada delante de una casa normal, mide 18 metros, pesa 18 toneladas, tiene un brazo arriba y fue hecha por el artista Armando Muñoz García.

La casa caracol

Rarezas arquitectónicas de Isla mujeres.

En los años 90 el artista Eduardo Ocampo llegó a Isla Mujeres y construyó una casa para vivir ahí con su familia. Para edificarla el pintor se inspiró en un caracol reina grande que sacó azarosamente del mar.

Nautilus

Alfombras de hierba y manantiales en el baño.

Se trata de un caprichoso diseño en el corazón de Naucalpan, que fue la idea del reconocido Javier Senosiain. Una casa que mezcla elementos de la arquitectura orgánica y de arte moderno. Un pequeño castillo que  parece  de Alicia en el país de las maravillas. En su interior de Nautilos  hay una alfombra hecha de hierba, un manantial en el baño y camas que parecen el pétalo de orquídea.

El castillo de los duendes

Castillos en la carretera.

Al sur de Oaxaca, en un pequeño municipio llamado Etla, hay un castillo lleno de colores estridentes, cuya arquitectura emula  al famoso palacio de Walt Disney. Por dentro este extraño lugar tiene duendes, hongos caricaturescos en los muros y plantas de cerámica cayendo de los techos; todo en este inmueble es simplemente un relato surrealista.  El inquisitivo arquitecto de este proyecto lleva seis años trabajando sin parar y aún no termina.

La isla de las muñecas

Había una vez una isla abandonada en Xochimilco.

Al sur de la Ciudad de México, entre las viejas chinampas de Xochimilco, hay un tenebroso paraje habitado por Barbie sin cabezas y pequeñas  figuras de porcelana tuertas . Se trata de una isla que según la leyenda sólo fue habitada por Don Julián Santana Barreda; un campesino ermitaño, que tras supuestamente ver el cadáver de una niña a orillas del lago, se obsesionó por coleccionar muñecas pertrechas y colgarlas en los muros.

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