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Sobre la inmensa ciudad prehispánica enterrada en Michoacán 

prehispanico

Metrópolis prehispánicas debajo de nuestros pies.

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Cuando pensamos en arqueología es normal pensar en exploradores intrépidos y en excavaciones minuciosas. Sin embargo, en los últimos tiempos ha aparecido una nueva tecnología que está revolucionando la forma de indagar en el pasado. Una técnica que a través del láser pretende rescatar el legado prehispánico que yace debajo del  suelo.

Esta nueva técnica funciona a través de algo conocido como rango de escaneo; un mecanismo que a partir de la sucesión rápida de pulsiones de láser puede revelar lo que pasa abajo de nuestros pies. Esto se logra gracias a un aparato aéreo que no sólo mide la propagación de ondas que hay en el subsuelo, sino que gracias a un GPS es capaz de generar un mapa en tres dimensiones de un paisaje subterráneo.

Aunque hasta ahora este sofisticado método sólo se había empleado en lugares con vegetación densa, recientemente un grupo de investigadores han venido a México para usar esta tecnología en diversas zonas arqueológicas desperdigadas por nuestro país.

La primera expedición láser se hizo para rastrear las huellas de la civilización maya  entre la frontera de México y Guatemala. Los sorprendentes resultados (sin precedentes en el mundo) que arrojó este avanzado artefacto ayudaron a los expertos a mapear la misteriosa ciudad ancestral del Caracol.

Hace unos meses esta técnica se usó para hacer un mapa virtual de Angamuco; una urbe construida los purépechas hace más de 1ooo años, que se encontró a media hora de Morelia. El hallazgo fue tan delirante que uno de los tantos arqueólogos que trabaja en la zona dijo: "Todo este tiempo había una metrópoli debajo de nosotros, en el corazón de México, y no lo sabíamos. Esto es asombroso" .

Hay que recordar que los purépechas fueron una civilización muy importante en la época precolombina. En el siglo XVI eran los principales enemigos de los aztecas y sus complejos asentamientos estaban ubicados a un costado del Lago de Pátzcuaro, justo donde actualmente viven las comunidades indígenas de Michoacán. Muy cerca de la capital purépecha más importante que ha existido, la grandiosa Tzintzuntzan.

Hasta ahora, este descubrimiento ha sido fundamental para comprender cómo vivía en la antigüedad la mística comunidad indígena del este de México. Esto se debe, sobre todo, a que el universo subterráneo que se encontró gracias al poder del láser mide del doble que Tzintzuntzan y además, se calcula que en ella habían al menos 40 mil simientes, un volumen parecido al de la isla de Manhattan, en Estados Unidos.

Por si todo lo anterior fuera poco, los investigadores también encontraron en esta ciudad enterrada una serie de impresionantes monumentos, pirámides y plazas. Según comentaron los exploradores  todavía no hay certezas por qué este lugar desapareció, sin embargo,  gracias al mapa en tercera dimensión se pudo saber que estaba enterrada debajo de lava y que tiene más de 1000 años de antigüedad, lo que la convierte en la urbe más vieja de esta parte de México.

Con información de The Guardian 

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