Masajistas en el Zócalo.
El Centro de Masajistas Ciegos "Dr. Alfonso Herrera" tiene 50 años de experiencia. Desde 1985 se encuentran en la calle de Donceles 43,en el Centro Histórico de la Ciudad, donde han atendido a miles de clientes que sólo al final de la sesión descubren que fueron atendidos por un invidente.
El centro cuenta con 5 terapeutas egresados de la carrera técnico profesional en masoterapia de la Escuela Nacional de Ciegos. Es un centro de fisioterapia, electro-estimulación con luz violeta, vibrador de manopla, calor con luz infrarroja o compresa eléctrica, además de otra variedad de equipos y tratamientos. Y además se dan masajes de cuerpo completo, de relajación y anti estrés con duración de una hora.
A pesar de ser invidentes leen con exactitud el estado de espaldas, hombros o cuello de los pacientes con problemas musculares. Este grupo de quiroprácticos y masajistas invidentes, además se reúnen los fines de semana en el centro histórico para aliviar los padecimientos de las personas.
La sensibilidad de los ciegos les otorga la habilidad singular para descubrir los secretos de los músculos. El paciente relata lo que le sucede en el cuerpo, se deja llevar por la experiencia de los masajistas, y a través del tacto y las palabras se descubre si hay algún tipo de lesión. De ahí que se reúnan para paliar las dolencias de sus pacientes, que llegan por la recomendación a viva voz de los pacientes.
En las calles del zócalo hay sillas especiales para acomodar a los pacientes, donde se hace un chequeo general del cuerpo con las yemas de los dedos, desde los glúteos hasta recorrer cada cervical. La detección de la molestia del paciente se basa en la respiración del quiropráctico y la percepción táctil de sus dedos que es capaz de intercalar velocidades cardiacas.
Con el profesionalismo de cualquier quiropráctico vidente, para los invidentes resulta de suma importancia una trato personalizado con el paciente, escuchar e indagar en su pasado, y saber todo tipo de dolencias que aquejan al paciente; con tal encontrar la solución terapéutica más adecuada e incluso recetar terapias físicas para subsanar las dolencias.
Cabe señalar, que muchas personas acuden al tratamiento por curiosidad, por reconocer que la opción del médico tradicional no le ha funcionado, ni por los resultados ni por motivos económicos; otro tanto de personas asiste por la fe absoluta en algo que lleva años surtiéndoles efecto, y sobre todo por los increíbles relatos sobre la "magia de los dedos de los invidentes" que se transmite de boca en boca y, por lo visto, de generación en generación.
Hay otras razones por las que se va a un masajista ciego: la accesibilidad de los invidentes en la calle, la inmediatez, los precios, lo que es un gran atractivo del servicio que prestan los quiroprácticos invidentes. Pero sobre todo porque con la asistencia a estos centros se le da trabajo a estos profesionales que han encontrado una forma de trabajo masajeando a las personas.
Centro de Masajistas Ciegos "Dr.Alfonso Herrera"
¿Dónde? Calle Donceles 43, Centro histórico, detrás del metro Allende
¿Cuándo? Lunes a Sábado 9:00 a 19:00 hrs
¿Cuánto? $130 – $250
Tel. 55 10 09 83
Móvil 55 52 89 65 17.