Sobre la música y los bailes indecentes de los años veinte en México
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En todas las épocas la danza ha pasado por “inmoral” porque el cuerpo habla con la voz directa de la sensualidad.

En todas las épocas el cuerpo se expresa con la voz propia del baile.

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Uno de los escándalos más sonados en el México de los siglos XIX y principios del XX, fue el llamado “baile de los cuarenta y uno” o “baile de los maricones”.​ El hecho se refiere a una redada realizada el 18 de noviembre de 1901, durante el mandato de Porfirio Díaz.

La redada, realizada en la calle de la Paz (hoy calle Ezequiel Montes), era contra un baile de hombres que se estaba realizando en una vivienda particular, de los cuales 22 estaban vestidos de hombres y 19 de mujeres. La prensa mexicana se cebó en el hecho, a pesar de que el Gobierno se esforzó en tapar el asunto, puesto que los detenidos pertenecían a las clases altas de la sociedad porfiriana. La lista de nombres nunca fue revelada.

Fue una noche de domingo que fueron sorprendidos por la policía 41 hombres vestidos de mujer. Entre algunos de esos individuos fueron reconocidos los pollos que diariamente se ven pasar por Plateros. Estos vestían elegantísimos trajes de señoras, llevaban pelucas, pechos postizos, aretes, choclos bordados y en las caras tenían pintadas grandes ojeras y chapas de color.

De ahí que el número 41 o 42 pasó a formar parte de la cultura popular mexicana para referirse a los homosexuales, en el caso del 42 a los homosexuales pasivos.​ Algunos años después, en los años veinte, el jazz y el foxtrot brindaron un nuevo espíritu a la juventud que se consideraba iba completamente en contra de las “buenas costumbres”.

En un artículo de 1922, se podía leer  “Lo que se ve todos los días en los bailes bien”, donde el reportero Manuel Palavicini describe lo que vio en los principales salones de la capital mientras los jóvenes ejecutaban las danzas que calificó de inmorales. Se pensaba que la música estadounidense era  “Una contorsión horrible, y los chirridos de una banda de forajidos llamada jazz band”.

El jazz en su tiempo corrió la suerte de ser juzgado como desagradable e indecente. “Centro de ruidos estridentes, tonantes, tontos, que aturden y empujan a no pensar; dan una impresión de que es necesario moverse, moverse mucho si se quiere vivir, y las gentes, bajo el látigo brutal de las sirenas, los tamborazos y los ladridos lastimeros, saltan, se apretujan y ríen…”, escribe el reportero.

Por otra parte, Palavicini elogiaba los antiguos bailes de salón, “superiores por la delicadeza y la discreción con que se movían las mujeres” durante las suites del siglo XIX y principios del XX. “Bailar era antes sinónimo de ritmo, de belleza, de frases delicadas dichas en voz baja, lentamente, durante movimientos delicados también. Era saborear la belleza femenina, que se ostentaba discretamente con la gallardía de los vestidos de noche y el orgulloso brillar de las joyas, al tomar diversos ángulos para reejar las luces.

Para  Palavicini, fiel reflejo de la época, bailar  era dejar de lado la decencia y el buen gusto. Donde también los jóvenes se emborrachaban, se llenaban de perfume barato, para bailar. Aquel baile moderno, como los actuales bailes modernos era una muestra de la decadencia de la juventud. “Es necesario acabar con ese baile, con esa música, con esa inmoralidad ladrante de los modernos bailes, que da a lo lejos, la sensación de llegar a los inernos y escuchar los coros diablescos y de cerca, la de ver una danza frenética de brujas enloquecidas por la presencia de su señor y dios”.

Otro artículo de la época, llamado “La moral en los bailes y la música” del francés Viullemoz , decía del foxtrot, con el mismo ahínco con el que hoy en día se quejan del reguetón, que  desaparecería porque era una moda pasajera; no obstante, todos los días ganaba adeptos y popularidad.

“El foxtrot es practicado, no solamente en los dancings elegantes, sino hasta en las estas campesinas.” Y hace referencia a la manera en que es acogido por las esferas más altas y conservadoras: “Es de buen tono en ciertos círculos el hablar con el más supremo desdén de los bailes del Nuevo Mundo”.

El minué y la gavota eran bailes propios de las cortes que implicaban un estricto código de vestimenta y de modales, la alta costura representaba una dificultad para llevar a cabo un baile más movido y exaltado, por lo tanto apenas se ejecutaban pequeños saltos y vueltas por el salón.

En aquellos tiempos, como en esto, parece ser que cualquier danza puede ser inmoral si se la baila con sistemático empeño de sensualidad. Hay que recordar que el foxtrot se trataba de una contorsión al ritmo de chirridos que ejecutaba una banda de forajidos de origen afroamericano, al parecer el baile debía ser agitado y bailado en pareja.

Los bailes y la ropa moderna, como lo es hoy en día, eran criticados por se habían vulgarizado, y no solo la vestimenta; la danza misma había perdido equilibrio coreografía y hasta “sentido”. Antonio Castro Leal describió cómo veía los bailes en los cabarets en Nueva York cuando sonaba la música: las parejas “caminan con movimientos vulgares, trotan con pasos zoológicos, giran en un mismo lugar con zapateo torpe […] en donde un grupo de blancos ha perdido el sentido de la civilización”.

Aunque hoy en día estos bailes representan la nostalgia de otra época, parece claro que toda generación es el punto focal de una disputa sobre lo mejor/peor, bueno/ malo y moral / indecente.

Este astrofotógrafo mexicano está llamando la atención de la NASA
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Roberto Fedez comenzó en la fotografía para quitarse el estrés y ahora sus fotos son bastante compartidas por la NASA.

Foto destacada: Roberto Fedez

Estas fotografías muestran la belleza de los astros del mundo maya. 

 

Robert Fernández Tamayo es uno de los fotógrafos mexicanos que más ha llamado la atención de diversas instituciones astronómicas, incluida la NASA, por sus impresionantes fotos de los astros y del espacio que se ve en el sureste mexicano. Sobre todo, llamó la atención, en 2020, por las fotografías que tomó del cometa C/200 F3 o Neowise en Cancún. 

Dicha instantánea fue tomado en Puerto Juárez de Isla Mujeres, después de que estuvo esperado cinco días hasta que logró una colosal toma. También conocido como Robert Fedez, compartió la imagen en sus redes sociales y rápidamente se viralizó hasta el punto que llamó la atención de la NASA, quienes a su vez la compartieron a través de su página SKY.

Desde hace unos años, para Roberto Fedez ha sido un trabajo didáctico poder capturar diversos eventos astronómicos con una adaptación especial a su cámara fotográfica. Robert Fedez nació en Valladolid, Yucatán, y desde hace 28 años radica Quintana Roo. Es contador de profesión y ha ejercido puestos administrativos en algunos hoteles de la Riviera Maya.

Pero incursionó en la fotografía deportiva como un distractor, y poco a poco la afición se convirtió en pasión y luego en profesión, como parte de la Agencia Fotográfica Mexsport de la Ciudad de México. Aun así su curiosidad lo llevó más lejos, al tomar hermosos paisajes en Cancún y luego de las estrellas. 

Así que muchas de las fotografías del paisaje del sureste mexicano, sobre todo las que tienen qué ver con eventos astronómicos, seguramente son propiedad de Roberto Fedez. Sobre todo, porque capturar tomas de objetos a 103 millones de kilómetros de distancia, sin un telescopio, no es nada fácil. De hecho, la foto que hizo “famoso” a Fedez, es a un objeto 400 veces más lejos que la luna. Otra de sus hermosas fotografías, es la de la Pirámide de Chichen Itzá con la Vía Láctea.

El próximo reto del astrofotógrafo mexicano es lograr una buena imagen del eclipse solar anular que será visible en una parte de la península de Yucatán el próximo 14 de octubre. Seguramente será la séptima ocasión que léeme la atención de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de EU (NASA).

Esperamos que las siguientes fotografías nocturnas de Roberto Fedez sean un espectáculo visual enorme. Asimismo, Fedez se dedica a promover el ecoturismo y ayuda a realizar el taller “Río Lagartos Photo Fest”, el fotógrafo recordó cómo fue el proceso de la primera fotografía que le publicó la NASA, en 2019.

Enhorabuena por Robert Fedez, aquí te dejamos su red social para que puedas seguirlo y conocer más de su hermoso trabajo: Roberto Fedez

Festival Edgar Allan Poe en CDMX: homenaje al ícono del misterio y la ciencia ficción 
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El Festival Edgar Allan Poe 2023 tendrá música, performance, lecturas dramatizadas, teatro y muchas sorpresas más.

Foto destacada: Swann Gallerys

El Festival Edgar Allan Poe es un gran homenaje a uno de los mayores escritores de misterio y terror. 

 

El festival dedicado a uno de los mayores exponentes de la novela policiaca y los cuentos de terror del siglo XIX, llega de nueva cuenta a la CDMX, para homenajear al gran Edgar Allan Poe; un genio escritor que desarrolló que sigue despertando mucha curiosidad entre millones de lectores en todo el mundo 

Como sabes, es el 7 de octubre que se celebra el aniversario luctuoso de este escritor de literatura fantástica nacido en Bostón, EU; y uno de los reyes de los escritos macabros y de ciencia ficción más leídos de todos los tiempos. En este Festival, podemos rememorar de sus cuentos, su poesía y muchas historias relacionadas a Poe. 

 

Existen muchas teorías que han tratado de explicar la causa de la muerte de Poe o más bien, las causas. Se ha dicho que fue suicidio, otras teorías afirman que fue un asesinato, y algunas otras hablan de sífilis y rabia. Una de las teorías más peculiares es que fue capturado por agentes que lo obligaron a beber para convencerlo de votar por ellos; y después, ya en estado de embriaguez, lo abandonaron en las calles de Baltimore.

Hasta la fecha no se sabe la causa del fallecimiento de Poe, y posiblemente nunca se sabrá. Aunque una de las teorías más difundidas es su alcoholismo y al consumo de drogas que llevaba a cabo al extremo. Lo que sí sabe, es que fue hallado inconsciente por las calles de Baltimore, y que fue llevado a un hospital en el que falleció pocos días más tarde, el 7 de octubre de 1849 a los 40 años de edad.

Este 2023, se cumplen 174 años de la muerte, en extrañas circunstancias, de Edgar Allan Poe. Su muerte, como su vida fueron complicadas, haciendo que permanezca la leyenda del maestro del terror, y que sus historias permanezcan en el imaginario colectivo. 

Si todavía no conoces, El cuervo, El gato negro, Los crímenes de la calle Morgue o El escarabajo de oro te llevarás gratas sorpresas. En caso de que las conozcas, podrás vivir una experiencia gótica llena de música, performance, teatro, lecturas dramatizadas, conferencias, un bazar con expositores que traerán diversos productos.

Asimismo, estará disponible un set de fotografías y el estreno de una puesta en escena exclusiva para el evento. Además, podrás disfrutar de bebidas temáticas y de alimentos alusivos a la literatura de Poe. Todo esto se llevará a cabo dentro de una casa ambientada con 3 pisos. 


Festival Edgar Allan Poe

Dónde: La Casa del Marqués. Av. Insurgentes Norte 134, Col. Santa María La Ribera, CDMX.

Cuándo: Sábado 7 de octubre de 12:00 a 21:00 horas

Cuánto: preventa $100, día del evento $150

Tickets 

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