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Conoce el museo gastronómico Galería Nuestra Cocina Duque de Herdez

No te quedes sin visitar el recorrido gastronómico e histórico del Museo.

 

 

La Galería Nuestra Cocina Duque de Herdez se inauguró en el año 2000, en coordinación con El Papalote Museo del Niño, como un paseo gastronómico a través de la historia de las cocinas de México. De1997 a 2011 la Biblioteca de la Gastronomía Mexicana  atendió a 43,280 usuarios, entre estudiantes de las carreras de gastronomía, nutrición y público en general. Cuenta con tres mil 887 libros, entre ellos, ejemplares originales del siglo XIII y XIX.

El objetivo del museo es el de promover el conocimiento alimentario y nutricional al tiempo que busca rescatar y conservar el patrimonio  de la gastronomía mexicana. Este museo se integra de cuatro salas: La primera es una cocina prehispánica que muestra nuestras raíces gastronómicas y costumbres culinarias de la época. Está ambientada con utensilios originales del Museo de Antropología e Historia pertenecientes a la cultura Teotihuacana.

 

 

 

En el México prehispánico todo tenía un orden y la cocina no era la excepción. La forma de preparar los alimentos, los utensilios, quiénes lo comían, cómo los consumían, cómo conservaban los alimentos, tenía significado, pues además de ordenada, la cocina también era importante desde el punto de vista religioso y ceremonial. 

La preparación de los alimentos estaba a cargo de las mujeres, mientras que los hombres se dedicaban a producirlos en el campo (en el valle de México en chinampas). Dentro de la cocina, existían diversos utensilios como ollas y cazuelas, el fogón, metates, piedras de moler, molcajetes, jícaras y vasos de barro que utilizaban para preparar y servir la comida.

 

 

La segunda sala es una cocina virreinal, mestizaje culinario que sufrió nuestro país con la llegada de nuevos productos, utensilios e ingredientes que trajeron los españoles a México. En ésta etapa se observa el enorme intercambio cultural y gastronómico que combinó elementos de ambas sociedades para dar como resultado una cocina mucho más variada, pero con menos simbolismos que en la época anterior.

A la cocina se introdujeron una gran cantidad de alimentos como el trigo, las carnes de ave, oveja, cerdo, además de muebles, diversos utensilios de cocina y métodos de cocción. Aunque el fuego seguía siendo parte importante de la cocina, ya no se cocinaba en el piso sino en fogones elevados y comenzó a perder el significado ceremonial, poderoso y mágico que tenía. Las monjas contribuyeron a generar una gran diversidad de platillos por medio de la combinación de elementos propios de la región y traídos del viejo mundo.

 

 

La época moderna se encuentra en la tercera sala mostrando el impacto que tuvo la industrialización con la llegada del agua corriente, la electricidad, el gas, petróleo y otra gran variedad de avances tecnológicos. Se revolucionó la forma de cocinar y conservar los alimentos, que facilitan en gran manera la preparación de platillos. Además de la introducción de las estufas de gas, licuadoras, refrigeradores, batidoras, ollas de presión y muchos otros aparatos que reducen significativamente el tiempo de preparación de alimentos.

Con los cambios en la forma de vida de la sociedad, el uso de alimentos procesados y enlatados se ha hecho común, pues también reduce el tiempo que las personas pasan en la cocina.

 

 

Por último, se muestra una propuesta de cómo será la cocina en el futuro y los avances tecnológicos que podrán influir sobre la cultura culinaria de nuestro país. La exhibición se complementa con interactivos y computadoras donde los visitantes pueden consultar recetas y ampliar sus conocimientos. ¿Cómo será la cocina mexicana en el futuro?

La galería muestra escenarios interesantes que se pueden dar gracias a la globalización. Lo cierto es que, lejos de perder, la cocina mexicana se ha enriquecido en gran manera con el paso del tiempo, pero sin perder los elementos básicos de los que se alimentaban nuestros antepasados.

 

 

La característica principal de este museo es que cuenta con cientos de apoyos audiovisuales y algunas actividades interactivas que permiten conocer más sobre la forma de cocinar y conservar los alimentos; así como el origen de las materias primas para prepararlos, algunas recetas y datos curiosos sobre la cocina de cada una de las épocas que aborda.

Desde su fundación en el año 2000, este Museo interactivo ha recibido a más de cien mil personas, que en una especie de viaje por el tiempo han podido observar las transformaciones que han tenido los espacios culinarios mexicanos, desde la época prehispánica hasta la actualidad.

 

 

El muestro es una gran alegoría al mestizaje culinario de los mexicanos, y a las formas en que se han enriquecido las recetas mexicanas con nuevos utensilios y productos. El museo Nuestra Cocina Duque de Herdez es un proyecto desarrollado por la Fundación Herdez, en coordinación con Papalote, Museo del Niño.

El edificio que alberga al museo está asentado sobre lo que fue en tiempos prehispánicos el templo de Tezcatlipoca, a un costado del Templo Mayor. Mismo que fue propiedad de los conquistadores Pedro González de Trujillo y Diego González y en algún momento sede de la Real y Pontificia Universidad de México. La Fundación Herdez también ofrece actividades culturales relacionadas con el fomento a la investigación y desarrollo alimentario. Estas actividades incluyen, aparte del museo, una biblioteca, publicaciones, y diferentes cursos, talleres y degustaciones.

 

 

 

Museo Galería Nuestra Cocina Duque de Herdez

Dónde: Seminario 18, Centro Histórico

Cuándo: martes a sábado, de 9:00 a 17:00

Degustaciones

Viernes y sábados de 9:00 a 16:30 hrs.

Visitas Guiadas

Martes a viernes de 9:00 a 12:00 hrs.

Cuánto: General: $15 degustaciones y visitas guiadas $30.

 Fotos Fundación Herdez

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