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Este paraíso mágico a menos de 2 horas de CDMX fue el primer Pueblo Mágico de México

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Imagen destacada de: Sectur

¿Sigues sin decidirte a dónde viajar en vacaciones? No lo pienses más; Huasca de Ocampo lo tiene todo: paisajes naturales, lugares históricos, haciendas y leyendas locales.

Huasca de Ocampo, un paraíso mágico a menos de 2 horas de la ciudad que en 2001 fue nombrado el primer Pueblo Mágico de México. Su nombre original es Huascazaloyam y su arquitectura está repleta de historia. Lo primero que notarás son sus calles empedradas y casitas de colores que te transportarán directo a otra época. El corazón del pueblo es su Iglesia de San Juan Bautista, así como los Prismas Basálticos, una escultura natural que sorprende a cualquiera.

Imagen de: Visit México.

A menos de 2 horas de la Ciudad de México se encuentra Huasca de Ocampo. Este pintoresco pueblo, rodeado de maravillas naturales, está localizado en el Estado de Hidalgo. Este precioso poblado, sumergido en bosques de oyamel, se destaca por sus antiguas haciendas de beneficio y sus historias de duendes.

Su nombre original era Huascazaloyam, y se transformó radicalmente cuando se construyeron haciendas para explotar los yacimientos de plata de la región. Quien se encargó de construir la mayoría de las haciendas fue Don Pedro Romero de Terreros, en el siglo XVIII.

Imagen de: México Desconocido.

Fue nombrado pueblo mágico el 5 de octubre de 2001, convirtiéndose en la primera localidad mexicana en recibir este nombre. Hay algo para todo aquel que se dé una vuelta por acá: serenidad y armonía, historia, adrenalina, misticismo y comida deliciosa. Entre las presas y las formaciones rocosas, sobresale la que es, sin duda alguna, la mayor atracción de Huasca de Ocampo: los prismas basálticos. Son considerados una de las 13 maravillas naturales de México. El naturalista y explorador alemán Alexander von Humboldt los describió y estudió hace más de cien años.

Imagen de: City Express.

Estas rocas ígneas, que llegan a alcanzar los 40 metros de altura, se formaron hace miles de años. Las aguas de la presa de San Antonio forman cuatro cascadas sobre ellas, convirtiéndolas en un paraíso para los fotógrafos. Además, la Hacienda de Santa María Regla se encuentra al fondo de la presa. Además de los prismas, hay tirolesas, puentes colgantes, área de camping y cabañas.

Imagen de: booking.com

Pero hay mucho más. Además de las haciendas de Santa María Regla, San Miguel Regla y San Juan Hueyapan, están el Bosque de las Truchas y la Peña del Aire. También quedarás anonadado por la belleza de la Barranca de Aguacatitla y de la Presa de San Antonio. Están el centro ecoturístico "El Arquito" y la Iglesia de San Juan Bautista.

Imagen de: booking.com

Finalmente, podrás visitar el curioso Museo de los Duendes. Este museo se basa en las leyendas y hechos que les han ocurrido a sus pobladores. La exhibición es muy particular: consta de crines de caballo trenzados, supuestamente, por los duendes del pueblo. Así que, aparte de todo lo demás, también hay una buena dosis de misticismo en Huasca de Ocampo.

Imagen de: México es Cultura.

Por si esto fuera poco, también podrás apreciar las artesanías del pueblo: alfarería colorada, platones, jarritos y ollas. En cuanto a la comida, te podrás dar vuelo: hay truchas, pastes, barbacoa, rompope y mucho más.

Imagen de: Wall Street International.

Dónde: Corredor Turístico de la Montaña, 30 km al noreste de Pachuca, al borde noreste de la Sierra de Pachuca, donde colinda al oeste con el valle de Tulancingo.

Imagen de: huascapueblomagico.gob.mx

Huasca de Ocampo

Cómo llegar: El tiempo promedio de viaje desde la Ciudad de México es de dos horas y media. Auto: conduce por la autopista México-Pachuca. A cinco minutos de la entrada a la capital, encontrarás la desviación hacia el Corredor de la Montaña, el cual te lleva hasta Huasca de Ocampo. Casetas: 47 pesos, viaje de ida.

Otra magnífica opción las vacaciones: la ex-hacienda de Santa Águeda, en Tlaxcala.

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