La Ciudad de México no deja de sorprendernos con sus hallazgos: túneles escondidos, criptas, pirámides? y ahora, un temazcal en el barrio de La Merced.
El barrio de La Merced es famoso por muchas cosas; entre ellas, es uno de los lugares capitalinos más fructíferos en cuanto a hallazgos prehispánicos se refiere. Aparentemente, este histórico barrio está construido sobre el corazón de la antigua ciudad de Tenochtitlan. Así lo demuestran los diversos descubrimientos que se han hecho aquí: un antiguo canal de agua repleto de cerámica, un espacio sagrado dedicado a Ehécatl y los vestigios de bulliciosos barrios en la antigua capital mexica.
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El hallazgo más reciente es el de un vetusto temazcal, el cual da cuenta de la existencia del barrio de Temazcaltitlan, uno de los más antiguos de Tenochtitlan. El INAH, a través de la Dirección de Salvamento Arqueológico (DSA), realizó las obras de recuperación y restauración, conducidas por expertos de la entidad. El temazcal se descubrió en un predio localizado en el número 24 de la calle Talavera.
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Este clásico baño de vapor mexicano, que data del siglo XIV, se localizó en el centro del imperio mexica. Varias fuentes antiguas hablaban de este mítico barrio, que no se había encontrado, hasta ahora: el Mapa de Sigüenza, la Crónica Mexicáyotl y el Códice Aubin. Se pueden apreciar sus paredes, hechas de bloques de adobe y fragmentos de tezontle recubiertos de estuco. Además, la tina o pileta de agua, que constituye la parte central de la construcción, está casi intacta.
Además del temazcal, también se encontraron restos de una curtiduría colonial, la cual funcionó entre 1720 y 1820. Por si esto fuera poco, los expertos del INAH aseguran que los orígenes de este baño de vapor son ancestrales. Al parecer, Temazcaltitlan pertenecía a la parcialidad de Teopan, primer territorio lacustre ocupado por los mexicas.
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También se sabe, gracias a la información brindada por códices y documentos antiguos, que este barrio tenía una fuerte carga religiosa. Se adoraban varias diosas femeninas, como Tlazoltéotl, Coatlicue, Toci, Chalchiuhtlicue y Mayahuel. Estas divinidades están asociadas con la tierra, la fertilidad, el agua, el pulque y la renovación. Así que la siguiente vez que estés en La Merced, detente un momento y reflexiona sobre la descomunal carga histórica y mística que tiene este singular barrio de la CDMX.
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