Los cerros de Monterrey son conocidos en todo México por sus curiosas formas y amplia biodiversidad; uno de los más bellos y exuberantes es, sin duda, el Cerro Agujerado.
A lo largo de todo su inmenso territorio, México alberga una gran cantidad de reservas naturales, las cuales son la expresión de su magnífica biodiversidad. Una de ellas es el Parque Nacional Cumbres de Monterrey, el cual ofrece paisajes montañosos espectaculares de la parte norte de la Sierra Madre Oriental. Está considerado como un área de importancia para la conservación de las aves, además de que es hogar de las comunidades vegetales de mayor valor ecológico de Nuevo León. Se han registrado 1,368 especies de flora y fauna en el parque, de las cuales 73 están en peligro de extinción. Por esto y mucho más, pertenece a la Red Mundial de Reservas de la Biosfera.
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Como dice su nombre, las Cumbres de Monterrey están formadas por diferentes picos y cerros, cada uno con su propia personalidad y características. Uno de los más pintorescos es el Cerro Agujerado, una maravilla natural repleta de ríos, cascadas y vistas impresionantes. Está ubicado en el municipio de Juárez, y tiene uno de los recorridos más vistosos de la región. Desde las faldas del cerro parece como si entraras a otra dimensión: mariposas revoloteando, aroma a pino, y cauces de ríos secos a través de los cuales puedes saltar, de piedra en piedra.
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La primera parte del camino se hace a través de senderos bien trazados, pero pronto deberás dejar aflorar a tu espíritu aventurero. Durante un buen rato es necesario caminar atravesando un río, el cual se va volviendo cada vez más hondo. En algún momento llegarás a un lugar estrecho, en forma de cañón, donde no hay de otra más que vadearlo; es una buena refrescada antes de seguir caminando. Después comienza la parte más retadora de la travesía, ya que irás cuesta arriba.
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Sin embargo, el esfuerzo lo vale: después de encontrarte con más cascadas, bosquecillos y hermosos claros, llegarás a la cueva más famosa del Cerro Agujerado, la cual es un magnífico lugar para echarse una sesión fotográfica. Su inusitada forma de arco, bordeada por estalactitas, maravillará los ojos de todo quien la contemple. La cueva y sus alrededores son el escenario perfecto para contemplar una panorámica inigualable del parque nacional: los paisajes, verdes y atravesados por múltiples montañas, te dejarán sin aliento.
Más paisajes imperdibles: los senderos y cuevas de Plomosas, Hidalgo.
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