La historia y cultura del Fuerte de Loreto se recuerda en Francia tanto como en Estados Unidos.
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En este Fuerte poblano se han desarrollado diversos acontecimientos históricos trascendentales para México, tanto del siglo XIX como del siglo XX, desde la independencia hasta la revolución, pasando por los enfrentamientos entre conservadores y liberales, antes y durante la Guerra de Reforma y la Intervención Francesa.
De hecho, el Museo ha conservado durante casi ochenta años el patrimonio nacional, relativo a las luchas que se han dado en el fuerte y en los alrededores.
Estos fastuosos edificios militares antiguos fueron construidos para ser capillas en la cima de la colina de Acueyametepec, luego fueron reconstituidas a principios del siglo XIX como fortificaciones con fines militares.
Aquí se llevó a cabo la batalla como en el Asedio de Puebla, durante la Segunda Intervención francesa en México; pero toda esta historia le ha dado a la arquitectura la posibilidad de haber sido declarado patrimonio histórico de México.
Los fuertes se encuentran en el área noreste de Puebla, y en el siglo XVI, los frailes franciscanos construyeron una ermita bajo la dedicación de San Cristóbal, y el templo se extendió bajo el control de los padres Betlemitas, razón por la cual el área se conocía como Cerro de Belén. En la cara oeste se erigió otro templo, al que se le asignó la dedicación de la Virgen de Loreto, mientras que el templo original se dedicó a la Virgen de Guadalupe.
Fue en 1816 que el alcalde español Ciriaco del Llano ordenó la construcción de muros de piedra con revestimientos de cal alrededor de los templos, con el objetivo de convertirlos en posiciones militares para evitar ataques a Puebla por parte de grupos insurgentes. Las ermitas se utilizaron a partir de entonces como revistas en polvo.
En el caso de Loreto, debido al estado de la ermita, fue necesario reparar las paredes, las rampas y el edificio central. En Guadalupe, la ermita fue demolida y se hicieron partes subterráneas para una bóveda y una cisterna. Entre las fortalezas hay una separación de 928 metros en línea recta. En Loreto hay bastiones circulares y no tiene foso, mientras que Guadalupe hay dos fosos pequeños con bastiones y un relieve que cubría la entrada.
Debido a su ubicación y defensas, los fuertes representaban la "puerta" de México: si caían, la rendición de Puebla era inevitable y con ello se abría el paso libre a la Ciudad de México. Es por eso que las fuerzas francesas los atacaron en primer lugar durante la batalla del 5 de mayo de 1862, y al año siguiente, fortalecidos y con un contingente mucho más grande, los sometieron a un bombardeo despiadado hasta que quedaron en ruinas.
La batalla de Puebla ha sido uno de los combates más formidables, en sentido hollywoodense histórico, ya que los ejércitos de la República Mexicana, bajo el mando de Ignacio Zaragoza, combatieron contra el Segundo Imperio francés, dirigido por Charles Ferdinand Latrille, conde de Lorencez, durante la Segunda Intervención Francesa en México.
El resultado fue una importante victoria para los mexicanos, ya que con fuerzas inferiores lograron derrotar a uno de los ejércitos más experimentados y respetados de su tiempo. A pesar de su éxito, la batalla no impidió la invasión del país, solo la retrasó; pero esta sería la primera batalla de una guerra que México finalmente ganaría.
Cuando los franceses volverían al año siguiente, debido a la incapacidad de consolidar un imperio y perder 11,000 hombres en actividad guerrillera, los franceses se retiraron del país en 1867. Este episodio es tan magnífico, que incluso en Estados Unidos el 5 de mayo tiene un gran arraigo cultural entre las comunidades mexicanas en particular, y latinoamericanas en general.
35,000 franceses se enfrentaron a 29,000 mexicanos en una defensa que duró 62 días, siendo la conmemoración de la Batalla de Puebla la fecha más importante en el calendario cívico mexicano, después de la Independencia.
Así es que este fuerte de Loreto es un símbolo de victoria, coraje y dedicación, ya que recuerda esta fecha entrañable para los mexicanos. Se celebra en las principales ciudades del país con desfiles y festivales.
Es por eso qué, en 1930, los fuertes y el área que rodea la colina fueron declarados propiedad de la nación al servicio del pueblo, y se construyó un Museo de la Guerra en Loreto. En 1962, para conmemorar el centenario de la batalla, se amplió el museo y se reparó el área del parque.
Hoy en día, el Área Histórica de Los Fuertes también hay un Museo Regional del Instituto Nacional de Antropología e Historia, el Auditorio de la Reforma y la Casa Puebla. Además, por un lado está el Centro de Exposiciones de Puebla y un monumento donde descansan los restos de Ignacio Zaragoza y su esposa Rafaela Padilla.
Hay cerca de 100 cañones, morteros y más de 18 piezas de artillería; algunas de ellas enviadas como regalo a París por el mariscal Forey al Príncipe. La colección del museo fue reunida por los Sres. Paz y Puente, enriquecida con algunas otras piezas de diferente origen.
Otras piezas en exhibición son préstamos temporales de varios museos, incluidos el Museo Nacional de Historia, el Museo Regional de Querétaro, el Museo de Santa Mónica en Puebla, entre otros sitios.
El fuerte de Loreto tiene una extensión de unos mil quinientos metros cuadrados. A lo largo de la exposición encontrarás retratos de héroes y eventos, planes, maniquíes con uniformes, alegorías de soberanía nacional, armas y cañones, así como otros elementos representativos de la historia del lugar. También se muestran tres videos con información adicional.
Museo Fuerte de Loreto
Dónde: Ejércitos de Oriente, Calz. de los Fuertes Puebla.
Cuando: martes a domingo de 9:00 a 17:00 horas.
Cuánto: $55 pesos.
Estudiantes, maestros, INAPAM, jubilados y pensionados con credencial vigente: entrada gratis
Domingos entrada gratis
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