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Así se divertían los habitantes de Teotihuacán

Los juegos de pelota y tableros en Teotihuacán.

 

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Una de las grandes ciudades de Mesoamérica fue Teotihuacán, probablemente la más habitada de todo el periodo, estaba constituida de grandes complejos arquitectónicos e inmensos barrios que albergaban miles de artesanos, comerciantes y campesinos.

 

 

Sus habitantes cotidianamente se alimentaban de maíz, frijol, calabaza, chile, amaranto, nopal, verdolaga, aguacate, ciruelas, zapotes, venados, conejos, zorrillos, patos, armadillos, tortugas, palomas y diferentes peces.

 

 

En sus momentos de fiesta y ocio, además de la gran variedad de productos mencionados, se consumía el pulque y el cigarro. Hay que aclarar que en la zona de Teotihuacán no se conocían las pipas, pero probablemente el tabaco se fumaba en largas cañas como en Tenochtitlán y su olor se mezclaba entre los aromas de la leña y el copal que acompañaba las celebraciones.

 

 

Los habitantes de Teotihuacán tenían varias diversiones, pero una ha llamado la atención de los investigadores, un "juego de mesa". En el piso de varios conjuntos habitacionales se han encontrado tableros en forma de serpientes. El tablero se divide en casillas, algunas de ellas contienen dibujos de personas o construcciones. No se saben las reglas o finalidad del juego, pero hay indicios que en las casillas se debían colocar fichas o frijoles y que se debía ir avanzando en el tablero.

 

 

Otra gran diversión, para los habitantes, según el mural de Tlalocan, fue el juego de pelota, no obstante, no se ha encontrado ninguna cancha en toda la ciudad, es probable que este hecho se deba a que en Teotihuacán se practicaban diferentes modalidades del juego, es decir, no se jugaban en canchas en forma de I o T, sino que se practicaba en la calle.

 

 

Es posible que la modalidad "callejera" del juego de pelota mesoamericano, buscara que la bola de hule rebotara en los grandes edificios, sin ventanas, situados en las calles de los conjuntos habitacionales de Teotihuacán. Igualmente, esta modalidad se pudo haber practicado al final de las calzadas, pues, eran tramos hundidos que estaban rodeados de paredes, lo que permitía el rebote de la bola. Es importante decir que estos planteamientos no son excluyentes, es decir, se pudo practicar el juego de pelota en calles, calzadas y en canchas formales, estás últimas aún no encontradas.

Para conocer más sobre la vida en Teotihuacán, se recomienda la lectura de los textos de Pablo Escalante Gonzalbo.

Autor: Nuevo Adicto

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