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Fermín Revueltas, el olvidado precursor del muralismo mexicano

Fermín Revueltas quedó marginado de la historia por su corta carrera artística.

 

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Fermín Revueltas pintó el primer mural de la Escuela Nacional Preparatoria, el gran mural en el edificio del Banco Nacional Hipotecario Urbano y de Obras Públicas y decoró con murales la residencia del General Lázaro Cárdenas, pero a pesar de todo quedó relegado en los libros de historia de arte mexicanos.

Es uno de los precursores de la pintura mural mexicana, fundador de la Escuela de Pintura al Aire Libre de Milpa Alta. Nació en la población de Santiago Papasquiaro, Durango el día 7 de julio de 1901.

 

 

 

Su educación elemental fue en México, en el Colegio Alemán y en otras instituciones educativas de Estados Unidos. En Guadalajara recibió clases del pintor Benigno Barraza. De 1913 a 1919 estuvo en Chicago, recibiendo clases de pintura en el Instituto de Arte de aquella ciudad.

A los 17 años de edad, estaba lleno de inquietudes revolucionarias, sociales y artísticas porque en su condición de pintor, tenía que adentrarse profundamente en las condiciones de vida del pueblo para quien producía sus mensajes pictóricos.

 

 

 

Llegó en el preciso momento en el que el movimiento muralista mexicano estaba en plena efervescencia y naturalmente se incorporó sin pérdida de tiempo y pintó al lado de los grandes muralista como José Clemente Orozco, Diego Rivera, Jean Charlot y Alva de la Canal.

Fue docente de pintura en las Misiones Culturales, instituciones educativas móviles, maestro misionera, e intuyó agudeza y serenidad que su vida sería corta, circunstancia que lo obligó a producir obra aceleradamente. En 1923 fundó con imaginación original su propia escuela al aire libre de Milpa Alta en el ventisquero de Echecatl, donde impartió clases de pintura a jóvenes, señoritas y niños.

 

 

 

Por su viaje por México, pintó murales de la Sala de Conferencias Agrícolas de Cuernavaca, en la casa Eréndida de Pátzcuaro, en el Palacio de Gobierno de Morelia, la restauración de las pinturas de la Catedral de Villahermosa, el Teatro al Aire Libre de Calquini y Macuspana, en Sonora, además de hacer vitrales en la CDMX.

Fue un gran maestro del color, logró el equilibrio entre el color y la forma sin caer en el impresionismo en ninguno de los dos términos. Su pintura tuvo expresión natural, armonía y proporción que agrada a primera vista.

 

 

 

La obra de Revueltas abarca escasos 15 años, fue partícipe fundamental de los movimientos que definieron la plástica nacional que después se institucionalizaría en la Escuela Mexicana de Pintura.

Fermín Revueltas, fiel revolucionario e izquierdista como sus hermanos Silvestre (músico) y José (escritor), asumió la actitud moderna de cambio y progreso y fue a través de la plástica que reflejó su sentido de convicción y crítica de la realidad.

 

 

Los conocedores de su obra destacan la destreza y el refinamiento del colorido, la simplicidad lineal y la capacidad de síntesis que logró en la representación, rasgos que lo hicieron sobresalir como artista de su generación.

Revueltas tuvo aportaciones importantes a las vanguardias artísticas como el cubismo, el sintetismo y el futurismo, de los cuales tomó propuestas concretas para incorporarlas a sus obras con carácter nacionalista. En plena madurez de su vida, Fermín Revueltas falleció a la edad de 34 años, el día 9 de septiembre de 1935, en la Ciudad de México.

Foto destacada Pinturas Revueltas

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