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Ha sido una tarea titánica para los investigadores trabajar con las campanas de Oaxaca.
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Tras el sismo que sacudió al sureste mexicano en septiembre de 2017, más de dos mil inmuebles quedaron dañados tras los sismos, siendo muchos de tipo religioso, incluyendo las iglesias de las campanas de Oaxaca, donde se contabilizan alrededor de seis mil campanas.
Esto es solo una estimación de los especialistas del INAH desde hace unos años, pero a la fecha no hay una cifra oficial, aunque sí una enorme intención por preservar estos instrumentos que aunque puedan parecer eclesiásticos, hay mucho más de historia y cultura en cada repiqueteo.
Las campanas señalan horas marcadas, dan inicio a las festividades, se encuentran en el fallecimiento de alguien, en emergencias y rituales cotidianos. Aunque cada vez son menos comunes, durante mucho tiempo formaron parte de los aspectos organizativos, de integración social y espirituales de la comunidad.
Es por eso, que después del sismo, muchas personas de las poblaciones afectadas, fueron capaces de recoger, colocar en árboles o soportes temporales las campanas, hasta que fueran recolocadas.
Investigación histórica de las campanas de Oaxaca
Muchas campanas se deformaron o se rompieron algunas piezas de sujeción, es por eso que en los últimos años se lleva a cabo una conservación de estos instrumentos, además de investigación que haga posible marcar las pautas a restauradores, arquitectos y autoridades vinculadas a la reconstrucción, con el fin de entender mejor los elementos y funcionamiento de campanas y campanarios.
La restauración de las campanas es un proceso más complejo de lo que podría pensarse, ya que existen pocos antecedentes de una verdadera intervención, las reparaciones son costosas, es necesaria la refundición de piezas, el tipo de piezas, materiales y haber atravesado un largo estudio para tener la semejanza histórica. Además, hay que entender al objeto en su contexto original, la importancia de sus elementos, las necesidades de coto-beneficio para mantener la eficacia de la campana.
Claro, hay que hacer estudios antropológicos, análisis de la composición de la aleación de metales, la verificación de los elementos arquitectónicos y procurar que no vuelvan a caerse. Así que en efecto, es una tarea titánica.
El otro asunto es que no es posible establecer un criterio uniforme para juzgar el papel de las campanas, en cuanto a estabilidad, reacción del elemento arquitectónico frente a los sismos, aleaciones, fechas y estética.
Así que hace falta trabajo interdisciplinario, hipótesis viables e incluso que se termine el catálogo de campanas en Oaxaca, para hacer posible protegerlas de la refundición por ser patrimonio nacional.
Campanas como bien Patrimonial Mexicano
Por fortuna, ya buena parte de las campanas de las iglesias de la capital oaxaqueña, están siendo estudiadas y protegidas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), como bien patrimonial de los mexicanos.
Las campanas son parte fundamental de los monumentos del Centro Histórico de la Ciudad de Oaxaca. A la fecha hay estudiantes, restauradores, profesores, metalúrgicos y fotógrafos llevando a cabo esta tarea sin precedentes.