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¿Qué estas esperando para ascender el cerro de la bufa en Guanajuato?
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Existe un misticismo en celebrar las tradiciones que hemos heredado de nuestros antepasados. Es pararnos en el mismo sitio donde generaciones y generaciones de guanajuatenses se han parado antes que nosotros para celebrar los mismos rituales que ellos celebraron. Es una experiencia que nos une con nuestras raíces, con nuestras tradiciones y con nuestra tierra.
Las festividades del Día de la Cueva en Guanajuato datan del año 1616, en que San Ignacio de Loyola fue nombrado santo patrono de la ciudad. Para celebrar la canonización del santo, unos años después en 1624, los guanajuatenses consagraron dos cuevas en su honor en el cerro de la Bufa, quizás como reminiscencia de la Cueva de Manreza en España, una gruta que mira hacia el macizo de Montserrat en Cataluña a 30 kilómetros de Barcelona, en donde San Ignacio escribió sus Ejercicios Espirituales.
Sin embargo, el culto a las cuevas también tiene un gran arraigo entre nuestros antepasados prehispánicos, para quienes las cuevas significaban un refugio, un espacio mágico, morada de dioses y vientre de la madre tierra. Las cuevas, tanto en las tradiciones cristianas, paganas y prehispánicas, siempre han sido lugares de culto y ritual, el retorno al origen y al lugar de la creación. No es de extrañar que las festividades del Día de la Cueva estén tan arraigadas en la sociedad guanajuatense que nació del sincretismo entre lo cristiano y lo prehispánico.
El cerro de la Bufa se ubica en la capital del estado de Guanajuato, un sitio donde además de tener contacto con la naturaleza, también podrás realizar diversas actividades extremas como el hiking o rápel. Sin embargo, este lugar también esconde antiguos secretos, y aquí te contamos la leyenda de la Princesa de la Bufa.
Hace muchos años existió en la capital guanajuatense una hermosa princesa, la cual, fue cortejada por un ambicioso brujo que buscaba hacerse dueño de la fortuna de la joven. El hechicero rechazado por la mujer y como castigo le lanzó un embrujo; la princesa estaba condenada a vivir en la punta del cerro de la Bufa hasta ser rescatada.
Desde ese momento, cada jueves festivo por la mañana, la princesa salía a caminar por el cerro en espera de un joven que la rescatara y así, romper el hechizo. Sucedió entonces, un día, un hombre que paseaba por el cerro encontró a una bella joven detrás de unas rocas, ella suplicaba su ayuda. La princesa le pidió que la llevara en sus brazos a la puerta de la entrada de la Basílica de Guanajuato, para así, romper el hechizo.
La princesa le dijo al joven que de lograrlo, él podría casarse con ella y le entregaría todas sus riquezas. Sin embargo, tenía que hacerlo bajo ciertas condiciones: al llevarla sobre su espalda, pase lo que pase, escuche lo que escuche, no podría voltear por ningún motivo hacia atrás, de hacerlo, la bella muchacha se convertiría en horrible serpiente y todo termina ahí.
El hombre con un poco de miedo acepta ayudar a la princesa para romper el hechizo. Después de un tramo de recorrido el joven comenzó a escuchar voces, sonidos de animales y todo tipo de amenazas sobre sus hombros. Hizo su mayor esfuerzo por no voltear, pero al sentir un enorme peso sobre sus hombros la curiosidad le ganó, de inmediato la bella princesa se transformó en una terrorífica serpiente.
Hasta nuestros días se dice que la princesa continúa en la punta del cerro de la Bufa esperando a que llegue un joven que la ayude a romper la maldición.
Pero ¿Qué hay del cerro de la Bufa en Guanajuato?
Pero la bufa de Guanajuato es una aventura de senderismo, rappel y escalada. Para observar la cañada donde se sitúa, hay que hacerlo desde lo alto, desde el Cerro de la Bufa, también conocido como Los Picachos.
Otra posibilidad de subir al cerro es para escalar y practicar rapel con un horizonte fascinante. El ascenso se hace mediante un sendero y una vez arriba la vista que encontrarás te durará toda la vida. Puedes ver pasar las nubes, sus sombras sobre las rocas.
Subir a la bufa es una actividad que dura alrededor de cinco horas y se adapta a distintos niveles de experiencia y condición física. Si te decides, pueden hacerse tres descensos a rapel sobre distintas paredes de la Bufa de 15, 30 y hasta 50 metros.
Subir al cerro de la bufa es toda una experiencia. El cupo máximo de personas con guías es de 40, y se dividen en grupos, con un guía por cada 10 personas. No se recomienda para menores de 10 años ni mayores de 65 años; tampoco para personas con enfermedades o lesiones de espalda baja, rodillas y piernas, operaciones recientes y/o fracturas, problemas de presión (alta o baja) cardíacos ni personas con sobrepeso que deba considerarse una limitante.
Ascenso a la Bufa, Guanajuato
Dónde: Faldas del cerro, carretera panorámica, ciudad de Guanajuato.
Cuando: fines de semana de 6:00 am a 13:00
Cuánto: tour desde $900