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La chirinola mexicana, el increíble cactus que camina

Parece algo salido de una película animada, pero es real: la chirinola mexicana se desplaza a través de los desiertos del norte de México y pasea por sus dunas.

 

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México es uno de los países con mayor biodiversidad del mundo, lo cual le otorga una inmensa riqueza natural, tanto animal como vegetal. Y es que nuestro país alberga prácticamente todos los ecosistemas conocidos, por lo que es una verdadera maravilla. Todos conocemos del lobo mexicano, el xoloitzcuintle o el ajolote, pero, ¿conocías a la chirinola mexicana, un cactus que camina? En las tierras áridas e inclementes del norte de México hay una criatura que fascina a biólogos y filósofos por igual.

 

Imagen de: gob.mx

 

 

La chirinola mexicana es una especie endémica de Baja California Sur, y es la única cactácea de México que no crece erecta. No es raro caminar por las arenas de Baja y encontrarse con laberintos intrincados de púas en el suelo: así se desarrollan las chirinolas, formando masas que se extienden por varios metros cuadrados. Los vástagos de la planta crecen como ramas, para después separarse y crecer por su cuenta.

Este cactus es uno de los más espinosos que existe, y el tallo llega a medir hasta 4 metros de largo. La planta completa puede alcanzar hasta los 15 metros. La chirinola mexicana es de floración nocturna, por lo que es difícil contemplar la singular belleza de sus flores. Estas son de color rosa brillante o blanco y miden hasta 12 cm de largo. El desarrollo de la chirinola es muy particular, ya que se tiene que desplazar para perpetuar su descendencia.

 

Imagen de: gob.mx

 

Como crece de forma rastrera, la parte más vieja muere para dar paso a la nueva, y así continuar su propagación. Las partes muertas sirven de composta para que la chirinola continúe su camino. Esta forma de reproducción y expansión hace que la planta se mude de lugar constantemente, con el paso del tiempo. Esta característica la clasifica como una especie con estatus migratorio.

Así que ya sabes: si algún día te encuentras caminando por Baja California Sur y de repente ves una serpiente enorme y espinosa en el suelo, no te espantes: es solo la chirinola mexicana. Desgraciadamente, es una especie en peligro de extinción, debido al contrabando ilegal y a la expansión de la ganadería. No debemos dejar que esta importante parte de la biodiversidad de México pase a la historia. Hay que tratar a todos los animales y plantas de nuestro país con el mismo respeto y consideración.

 

 

 

Otro símbolo mexicano del reino plantae: el árbol del tule.

*Imagen destacada de: gob.mx

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