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Diego Rivera y el misterio del baño cerrado en la Casa Azul

Rivera

¿Qué había en aquel baño que Diego Rivera mandó cerrar durante casi 50 años?

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Antes de morir, Diego Rivera cerró uno de las baños de la legendaria Casa Azul, donde vivió toda su con su esposa Frida Kahlo, y dispuso que éste no fuera abierto hasta que pasaran 15 años después su muerte. Fue Dolores Olmedo quien quedó a cargo de la administración de la casa que pronto se convirtió en museo, y quien cuidó que la voluntad del pintor fuera respetada.

Cerca de cincuenta años después, con la muerte de Dolores Olmedo, Hilda Trujillo tomó la dirección de lo que hoy es el Museo Frida Kahlo, y decidió abrir la misteriosa puerta, para así dejar salir los secretos que fascinaron a muchos admiradores de la vida y obra de Diego Rivera y Frida Kahlo.

Dentro del baño, se encontraron varios objetos que hoy son parte de la exposición permanente del museo de la Casa Azul: vestidos, fotografías, obras de arte, milagritos y cartas de amor, entres otros. La correspondencia entre Rivera y el estadounidense Rockefeller (con quien tendría una pugna por el mural que el magnate alguna vez comisionó al pintor), además de recortes de periódicos, las fotografías del famoso mural (tomadas por Frida) y bocetos que dan fe de esta antiguo conflicto, se encuentran entre los artículos más interesantes encontrados ahí.

La relación entre Rockefeller y Rivera fue complicada. Entre 1932 y 1934, el empresario estadounidense encargó un mural para el lobby de lo que hoy es el Centro Rockefeller en Nueva York al artista, entonces un creador reconocido y personaje clave de la intelectualidad mexicana. Rivera diseñó un mural que tituló El hombre en una encrucijada, obra que en un principio agradó al mecenas.

El problema surgió cuando Rockefeller se enteró que en el mural aparecía la figura de Vladimir Ilich Ulianov, mejor conocido como Lenin, lo cual escandalizó a la sociedad neoyorkina. Para Rockefeller esto fue un insulto y fue entonces cuando pidió a Rivera que lo borrara del mural. Rivera se negó y logró que el empresario le pagara su trabajo (21,000 dólares de entonces), entre manifestaciones y un gran escándalo mediático. Pero en 1934 el mural fue destruido.

Actualmente, en el Palacio de Bellas Artes se encuentra el mural titulado El hombre en el cruce de caminos (también conocido como Hombre controlador del universo), que fue realizado en 1934, y es parecido a la obra realizada en Nueva York, que alguna vez quiso censurar Rockefeller.

En el baño de la Casa Azul se encontraron alrededor de 6,500 fotografías y 28,000 documentos, y esta anécdota, que resurgió hace pocos años como un misterio que sobrevivió al tiempo nos habla de los profundos principios de Rivera y su siempre potente y encantadora rebeldía.

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