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Sobre el viernes 13, ¿el día más desafortunado del año o mera superstición?

Foto de Portada: @tonifrancois

Viernes 13: entre la Ley de Murphy y los caballeros templarios.

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Aunque uno podría creer que en pleno siglo XXI han disminuido sensiblemente los  supersticioso y que la idea de hacer rituales para eludir la mala suerte pertenece a la locura del pasado; la realidad es que en el presente aún hay gente que evita ponerse debajo de escaleras, personas no se pasan la sal en la mesa y por supuesto una enorme cantidad de  humanos que en viernes 13 mejor se quedan en casa, por si las dudas.

Y es que aunque para la mayor parte de la  sociedad estas 24 horas no significan nada; según los psicólogos hay un  grupo reducido de individuos que le tienen miedo irracional al 13 y sufren de un mal llamado: triscaidecafobia. Estos extraños  seres deben odiar cuando el número del terror se mezclan con el último día de la semana laboral.

Pero más allá de trastornos psicológicos, vale la pena preguntarse: ¿dónde nació la extraña leyenda del viernes 13? En qué momento se originó ese rumor, que ha pasado de generación en generación, según el cual la mala suerte (lo que sea que eso sea ) se libera de la pequeña caja en la que vive, y alcanza a quien se deje.

De acuerdo a uno que otro etnólogo , el supuesto origen de esta leyenda nació de los prejuicios que se tenían antes del siglo XX contra el viernes. Y es que  el quinto sol de la semana jugó un papel diabólico en la cosmogonía judeocristiana; de hecho hay quienes aseguraban que durante esas 24 horas ocurrieron:  la crucifixión de Cristo, la famosa mordida de la manzana y el Diluvio Universal.

Ha sido tanto el miedo a la fecha, que incluso su maldición fue ampliamente mencionada en las  obras literarias del siglo XVI, como los Cuentos de Canterbury; un grupo de relatos en los que se puede encontrar un verso que dice lo siguiente: "Ya ha llegado el viernes, murmuran las olas viejas. El día más desdichado de toda la semana."

La tradición de odiar los viernes continuó viva también en el XIX. A propósito de esto un grupo de investigadores ha indagado en cartas, avisos de ocasión y demás documentos de la vida cotidiana, y han encontrado en más de una escrito que advierte los riesgos de hacer cosas después del jueves y antes del sábado.

Estos textos indican que ese día: a los marineros nos les gustaba iniciar viajes , por que eran supersticiosos,  los novios no se casaban, las embarazadas hacían todo lo posible para que su bebé no naciera durante la jornada,  los enfermos no se paraban  de la cama y todas las mudanzas debían posponerse,  si los inquilinos no se querían empezar mal en la nueva casa.

Por otro lado, el 13 también está asociado a oscuridades parecidas a la de los viernes.  Y aunque hay también una multiplicidad de teorías respecto a la fundación de este relato, un grupo de expertos sugieren que el número quedó maldito porque Judas fue el décimo tercer invitado a la Última Cena.

Dicho eso, y juntando las dos fobias colectivas (a los viernes y al 13) pareciera normal descifrar el pavor que se le tiene a este día en particular, después de todo se mezclan en un solo paquete dos símbolos  que han estado en el inconsciente popular desde hace siglos.

Sin embargo, hay dos teorías que desmientes lo anterior: una que afirma que en esa fecha es mala porque ese día detuvieron al líder de los caballeros templarios. La otra (hecha por los más esotéricos)  asevera que el viernes 13 se desata la irónica y misteriosa Ley de Murphy; ese principio empírico que sostiene que:  "si algo malo puede pasar, pasará."

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