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Los científicos consideran que es necesario actuar ya y con ello evitar la extinción masiva de muchas especies.
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La mariposa monarca es una de las especies de insectos más simbólicas del planeta. Su prestigio se debe en buena medida a la legendaria ruta de migración que emprende cada año a lo largo de una distancia considerable del continente americano, desde las Montañas Rocallosas (una cordillera que se extiende del oeste de Canadá al suroeste de Estados Unidos) hasta los bosques de pino y encino que se encuentran en la región del centro de México, especialmente en el estado de Michoacán, en donde existen santuarios de conservación para ellas (amenazados por la tala ilegal y grupos de la delincuencia organizada), en un recorrido total de casi cuatro mil kilómetros.
Aun con ser admirada y hasta cierto punto protegida (pues su migración se ha convertido también en un atractivo turístico), la mariposa monarca entró recientemente a la lista de especies en peligro de extinción, pues de acuerdo con los expertos, su población ha experimentando una reducción "devastadora" en los últimos años.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés) lo determinó así luego de constatar que la población de mariposas monarca en América del Norte ha disminuido entre un 22% y un 72% en la última década, dependiendo del método usado para medir el fenómeno. Al constatar esto, la IUCN incluyó a la mariposa monarca en su "lista roja" de especies en peligro de extinción.
Según numerosos investigadores que tienen a la mariposa monarca como objeto de estudio, las principales amenazas que la especie enfrenta son la reducción drástica de su hábitat, el aumento desmedido en el uso de herbicidas y pesticidas y la crisis climática que ha alterado las temperaturas en todo el mundo (lo cual tiene implicaciones mucho más severas de lo que nos podría parecer a primera vista).
Emma Pelton, de la organización Xerces Society, recomienda plantar flores del género Asclepias (conocidas en algunas regiones como algodoncillo; un ejemplo en la imagen de portada), cuyo néctar es especialmente benéfico para las orugas de la mariposa monarca (así como para las abejas). Aunque es un esfuerzo de menor escala, su efecto positivo sobre el bienestar de dichos insectos puede ser significativo.
La revista Frontiers in Ecology and the Environment public un estudio sobre la biodiversidad mundial con datos de más de 60 expertos de todo el mundo sobre la pérdida de biodiversidad, en cuál reveló que hay más especies en peligro de extinción de lo que se pensaba.
El estudio reúne diversos datos geográficos y demográficos de miles de expertos internacionales en biodiversidad; cuyo objetivo fue identificar las lagunas de conocimiento y las diferencias de opinión de los expertos en el campo de la biodiversidad. Hubo un consenso abrumador: la pérdida global de biodiversidad limitará el funcionamiento y las contribuciones de la naturaleza a las personas.
Se estima el 30% de las especies se han visto amenazadas de extinción o se han extinguido desde el año 1500. Hoy en día, la cifra podría aumentar hasta 37% en 2100; pero con esfuerzos de conservación rápidos y amplios, esta cifra puede reducirse al 25%. Por supuesto, los factores que más influyen en la pérdida de biodiversidad son el cambio climático, la contaminación y el cambio de uso de la tierra y el mar y la explotación.
Según cifras de las Naciones Unidas, se estima que de las 8.300 razas de animales conocidas, el 8% están extintas y el 22% está en peligro de extinción. El impacto de la acción del ser humano en los ecosistemas está provocando que numerosas especies desaparezcan, lo que genera un daño irreversible tanto en la biodiversidad como en el medioambiente. Entre las especies favoritas que se encuentran amenazadas, están:
El oso polar y el oso panda
El elefante y el rinoceronte
El chimpancé y el gorila de montaña
El leopardo de las nieves y el tigre de Sumatra
Las tortugas marinas y el delfín de agua dulce
El tiburón ballena y la ballena
Especies mexicanas en peligro de extinción
El Dr. José Sarukhán, uno de los científicos más prestigiados del mundo, y Presidente del Comisión Nacional para la Biodiversidad (CONABIO), afirma que en México hay 911 especies amenazadas y 535 especies en peligro de extinción. Entre las especies en situación más crítica están la Vaquita Marina, el ajolote, el jaguar y el oso negro.
Además, se encuentra el Guacamayo rojo, Amazona o loro de cabeza amarilla, el Perrito de la pradera mexicano, el Jaguar, Ocelote, Manatí de las Antillas, Lobo gris mexicano, Tapir centroamericano, Teporingo o conejito de los volcanes, Tortuga caguama o boba y el bellísimo Quetzal.
A pesar de que muchos de estos animales son de gran importancia para el país en términos biológicos, además de tener gran importancia también a nivel cultural, ya muchos animales son totémicos para las culturas prehispánicas, en la actualidad quedan muy pocos ejemplares silvestres y poco menos en cautiverio.
El Ajolote es uno de los animales mexicanos en peligro de extinción más grave desde 2006; el Ambystoma mexicanum. Se trata de un anfibio único en el mundo, con cola y branquias, que puede ser de color blanco, marrón o negro. Debido a su raro aspecto, que recuerda a un renacuajo grande y con patas, se ha convertido en un animal muy popular. Pero solo quedan unos pocos ejemplares en libertad en Xochimilco, México.
Por fortuna, estamos en un punto donde es posible reducir la extinción de las especias mexicanas, del mundo y con ello la de la raza humana.